Gabriel Montes
La reciente tragedia ocurrida en la empresa SIMEC, donde dejó a más de una decena de familias en luto, ha destapado una serie de inconsistencias y una pésima participación por parte del secretario de Trabajo y Competitividad de Tlaxcala, Noé Altamirano Islas, quien durante la visita que realizaron funcionarios estatales y federales a la empresa, en lugar de proporcionar respuestas claras y ofrecer apoyo a las familias de las víctimas, protagonizó un lamentable episodio al intentar resaltar su papel en la situación, demostrando una total falta de sensibilidad y capacidad para manejar una crisis de esta magnitud.
Este acto no solo indignó a los familiares de los fallecidos, sino que también expuso la limitada preparación de los funcionarios estatales en situaciones de emergencia. Altamirano Islas, cometió el error de asumir competencias que no le corresponden, pues las inspecciones y sanciones a empresas como SIMEC son responsabilidad del gobierno federal, no de las autoridades estatales.
Sin embargo, el secretario se mostró dispuesto a “actuar” sin considerar los límites de su autoridad, lo que no solo deja en ridículo su figura, sino que también podría generar serios problemas legales para el gobierno del Estado, pues en lugar de colaborar de manera coordinada y responsable con las autoridades federales, Altamirano intentó adueñarse de la escena, desviando la atención de la urgente necesidad de justicia y transparencia en la investigación.
La falta de respuesta y vigilancia tanto de las autoridades locales como federales se traduce en una cadena de negligencias que, lamentablemente, culminó en la pérdida de varias vidas; más cuando existen señalamientos de que ya habían sido reportados varios problemas al interior de la empresa.
Noé Altamirano Islas, tiene una facilidad para involucrarse en situaciones que deberían resolverse con transparencia y ética, como lo evidencia su vinculación en presuntos actos de extorsión hacia empresarios de Val’quirico, y mientras que en el caso de SIMEC mostró una intervención activa y sancionadora, ante los señalamientos de extorsión ha mantenido un absoluto silencio. Esta falta de coherencia socava su credibilidad.