Luis Augusto Reyes, de 82 años de edad, murió luego de que hace un mes, sujetos desconocidos entraron a su casa para robarle las escrituras de dos terrenos y algunos bienes, sin embargo los ladrones dejaron amarrado de las manos al abuelito, quien tuvo que ser operado para amputarle esas extremidades ante el daño que sufrió en el asalto en Tlaxcala.
Aunque Don Luis luchó por su vida en el hospital del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) Adolfo López Mateos de la Ciudad de México, en donde le realizaron finalmente una cirugía tras varias semanas de cuidados, luego de que sus manos sufrieron un daño irreparable en el torrente sanguíneo.
Tras el asalto, Don Luis fue encontrado con los pies y manos amarrados, morados y severamente heridos, en el piso de su casa, ubicada en la carretera de Tlaxcala-Apizaco. De su vivienda, los ladrones le robaron las escrituras de dos terrenos, las llaves de autos y dinero en efectivo, por lo que las autoridades sospechan que fue una persona conocida del abuelito.
Sin embargo, debido a la gravedad de las heridas, Don Luis falleció y fue despedido entre música de viento de una orquesta de la que era miembro. El saxofón que el abuelito tocaba fue colocado en una silla vacía durante el cortejo fúnebre que fue compartido por el periodista Carlos Jiménez.