En días pasados, Míriam Martínez hizo berrinche en la conformación del Parlamento Infantil para imponer a su hija como representate de los niños de su distrito electoral.
La dirigente estatal del PAN en Tlaxcala, Míriam Martínez, protagonizó un vergonzoso episodio durante los foros para conformar el Parlamento Infantil 2024, al tratar de imponer a su hija como la representante del distrito VIII dentro de este ejercicio democrático, organizado para las infancias en las instalaciones del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE).
Durante este foro, los participantes señalaron que Martínez, junto con su esposo Angelo Gutiérrez, presidente municipal de Apetatitlán, intentaron ejercer presión sobre los jóvenes para asegurar la victoria de su hija. Este intento de manipulación, lejos de rendir frutos, generó una resistencia entre los niños, quienes se negaron a ceder ante los caprichos de la familia Gutiérrez Martínez.
Tanto fue el descontento que, los participantes decidieron no votar por la hija de Martínez, lo que desató la ira de la panista, que lejos de aceptar el resultado con dignidad, optó por armar un escándalo con el fin de revocar la decisión inicial y forzar una nueva votación. Luego del berrinche de madre e hija, la niña resultó electa en la segunda ronda, todo esto entre la inconformidad generalizada de las y los niños que asistieron para hacer valer su voz.
Este penoso incidente, pone de manifiesto las viejas prácticas políticas que aún prevalecen y en las que Míriam Martínez y su familia participan, pues la actitud tomada por la panista, - que ahora busca contender por un puesto de elección popular- dista mucho de ser un ejemplo en un foro que fue diseñado para promover valores como integridad y respeto por la voluntad popular entre los más pequeños.