Se llamaba Tomasa Huerta, quien llegó a los 135 años de edad, 13 años más que Janne Calment, considerada la mujer más longeva del mundo hasta el momento.
Ninguna persona originaria de México está en la lista de las “100 personas más longevas de todos los tiempos“, pero debería, porque en nuestro país vivió una mujer que llegó a los 135 años de edad.
Se llamaba Tomasa Huerta. Ella habitó la mayor parte de su vida en la colonia Francisco Villa del municipio de Huamantla, estado de Tlaxcala. De acuerdo con su tumba, falleció el día 4 de abril de 1984, a los 131 años de edad.
Pero en 2020, el equipo de Alerta Vigilante, con sede en la entidad tlaxcalteca, se introdujo en el archivo del Registro Civil para saber más sobre la centenaria mujer.
Fue así como descubrieron que los familiares de Tomasa, o quienes hayan grabado la cruz con la edad de la abuelita, se equivocaron al colocar que la mujer falleció con 131 años de edad.
Esto porque el acta de defunción daba cuenta de que la mujer nació en 1849 y no en 1853, es decir que murió a los 135 años de edad.
El acta de defunción de Tomasa Huerta
Pero por alguna razón la existencia de Tomasa Huerta ha pasado desapercibida para la Gerontology Research Group (GRP), instancia con sede en los Ángeles, que desde 1990 lleva el recuento de las personas supercentenarias del mundo, es decir aquellos hombres y mujeres que superan los 110 años de vida.
La GRP, por cierto, no tiene en su registro ni un solo mexicano o mexicana, aunque sí abundan los japoneses, franceses, estadounidenses, colombianos, brasileños, italianos, ecuatorianos, jamaiquinos, españoles, entre otras nacionalidades.
Gerontology Research Group, instancia que debe reconocer la longevidad de Tomasa Huerta
Pero si la Gerontology Research Group admitiera en su lista a Tomasa Huerta, ella desbancaría, incluso, a Janne Calment, una mujer francesa que llegó a los 122 años de edad y que murió en 1997.
De lo poco que sabemos de Tomasa Huerta, es que vivió tanto que se casó dos veces, en ambas ocasiones enviudó.