Entre rijosos y despistados, vuelve a presentarse una alta incidencia durante la estrategia para inhibir una alta incidencia en percances viales motivados por el abuso en la ingesta de alcohol
Alfredo GONZÁLEZ
De nueva cuenta, más de una decena de personas fueron aseguradas ante la aplicación del operativo alcoholímetro en San Pablo Apetatitlán, donde pese a que se trata de un acto de autoridad que ha sido una constante en los últimos meses, los conductores insisten en infringir la ley al manejarse en estado de ebriedad.
Fue poco después de las 22:00 horas que, sobre los puentes de la carretera Chiutempan-Apizaco, casi en convergencia con el camino real que fue instalado el punto de control con participación de elementos de la policía municipal, protección civil, juez municipal, sector salud y observadores, entre ellos medios de comunicación, que se procedió a la inspección aleatoria de vehículos en circulación, los cuales fueron sometidos a pruebas de detención con equipos, diagnóstico acondicionado y verificado por el sector salud estatal.
En el transcurso de la inspección, once personas, todas ellas del sexo masculino, fueron aseguradas y remitidas a los separos municipales al infringir el límite máximo previsto por la ley para encontrarse tras el volante, al tiempo que sus vehículos fueron inmovilizados y trasladados al corralón en espera de la aplicación de la sanción administrativa correspondiente.
Entre los infractores que fueron canalizados a disposición de la autoridad, se registraron al menos dos personas que en diversos ocasiones se negaban a someterse a la aplicación de la prueba de alcoholemia, mismos que pese a ser informados que negarse a dicha situación tras el señalamiento de una autoridad judicial, presente en todo momento en el operativo, podrían ser asegurados, accediendo de manera eventual y posteriormente, comprobando que se encontraban en estado de ebriedad.
Asimismo, tres personas más, entre ellas dos acompañantes se mostraron hostiles y en diversas ocasiones arremetieron de manera verbal contra los uniformados, intentando impedir el acto de autoridad y obstaculizando la remoción e vehículos, mismas que tras la intervención de los efectivos policiales pudieron ser concretadas sin registrase hechos de violencia.
Además; en el caso de los tripulantes de una camioneta utilitaria, que se detuvieron q la altura de una tienda de conveniencia ubicada a unos 100 metros de distancia, fueron interceptados por una unidad policial que los exhortó a continuar su camino y evitar volver a intentar evadir el punto de revisión, siendo que pese a realizar un cambio de conductor, el sujeto que se encontraba tras el volante fue asegurado al rebasar el límite preciso por la ley, el cual casi duplicaba.