Hoy en día, Evelia's Tamales es una de las franquicias de comida mexicana más reconocidas en la ciudad de Nueva York; sin embargo, detrás de este éxito mexicano en tierras estadunidenses, tiene una historia de superación detrás, de una mexicana llamada Evelia Coyotzi.
En 2000, Evelia Coyotzi abandonó su originaria Tlaxcala para buscar trabajo en la ciudad de Nueva York. Para 2001, trabajó para McDonald's pero luego de quedarse desempleada, comenzó a hacer tamales en su casa, en el distrito de Queens, y comenzó a venderlos en un carrito de compras en la esquina Avenida Roosevelt y la Junction boulevard, a la sombra de las vías elevadas del metro.
Evelia llegaba todos los días a las 4:30 a.m. intentando captar a la mayor cantidad de gente posible. Es así como a lo largo de más de 10 años, Coyotzi se ha ganado la vida atrayendo a cada vez más clientes.
Actualmente, no sólo tiene un puesto ambulante en el mismo lugar de siempre, sino que para enero de 2020, logró rentar un local para poner un restaurante de comida mexicana cerca del lugar habitual de su carrito; abrió en marzo.
Sin embargo, el camino fue de todo menos sencillo, pues fue hace ya más de 23 años cuando Evelia cruzó la frontera en compañía de su hermano mayor, dejando atrás a su esposo y su hijo con el objetivo de buscar una mejor situación.
Tras trabajar en una fábrica de costura y en un supermercado, Evelia trabajó en un McDonald's cerca de las Torres Gemelas, el cual cerró luego del atentado del 11 de septiembre, y quedó sin trabajo.
"Desesperada, pues ¿a qué vine? si vine a trabajar y después no estoy trabajando, sí, se siente mal", recordó en entrevista para la cadena NY1. "Como veía gente que estaba vendiendo tamales dije, 'bueno, voy a intentar yo también a vender tamales'", recuerda.
En el proceso, la arrestaron hasta 18 veces por no tener permiso para vender. En 2005, intentó legalizar su negocio sin éxito y fue hasta el año siguiente cuando, ya con su esposo, consiguieron un carrito con un permiso falso... sin embargo, eso no los desilusionó y lograron formalizar su negocio.
Hoy en día, la familia tiene un reconocido negocio, vive en Nueva York, emplea a 10 personas y espera seguir prosperando: "Mi meta futura es que sigamos trabajando y tener más empleos para la gente que está sin empleo y tener otro puesto, otro carrito", adelantó Evelia.