Elisa Márquez
Tlaxcala es para muchos migrantes, sitio de tránsito, algunos se quedan, otros sólo permanecen un rato en la entidad con la finalidad de juntar un poco de dinero y continuar su camino hacia los Estados Unidos de América, sueño de varios y que solo unos cuantos logran.
Recientemente, en redes sociales leí un comentario de una persona que, cuestiona el hecho de las autoridades de seguridad del estado, rescataran a un grupo de personas provenientes de Guatemala, Nicaragua y Ecuador, “coartando” toda oportunidad de llegar a la frontera.
Supongo que no leyó la información completa y sólo observó el título del boletín, que menciona la palabra “rescate”, tal vez la lectora no comprendió el alcance de estas acciones, que, sin duda, puso a salvo la integridad física y emocional de los 233 migrantes.
La publicación refiere que, “se encontraban hacinados en un domicilio en el municipio de Ixtenco”, es decir, no estaban en las mejores condiciones, y esto, entre otros factores que se dieron en el momento de su localización, derivó en que se abriera una carpeta de investigación por el delito de tráfico de personas ante la Fiscalía General de la República (FGR) en contra de quien o quienes resulten responsables.
Salir en condiciones deplorables de su país de origen deriva en que el migrante se enfrente a una serie de peligros. Es un sector considerado vulnerable, desde su desplazamiento y llegada a determinado sitio, nunca se encontrarán seguros, dada su situación.
En el libro titulado “Herramienta para identificar la vulnerabilidad”, refiere que, “los niños enfrentan mayor riesgo de abandono, abuso y explotación, y pueden haber observado o experimentado actos violentos”, además de que es probable que las mujeres y las niñas sean objeto de discriminación, violencia e intimidación, un problema presente en todas las comunidades: también en la de migrantes y refugiados”.
La delincuencia y pobreza en países como los antes referidos, hacen que la gente abandone sus lugares de origen con la idea de mejorar sus condiciones de vida, lamentablemente, en el viaje la inseguridad los acecha. Siempre habrá personas que se aprovecharán de las circunstancias de otros para sacar partido. Sin embargo, esta administración combate con firmeza los diversos delitos tanto del fuero común y federal y hemos sido testigo de ello.