El pasado miércoles, el senado de la república a través de una exhaustiva votación en la cámara alta, ratifica a la senadora Ana Lilia Rivera Rivera como vicepresidenta del Senado de la República.
La senadora Ana Lilia Rivera Rivera, originaria de la localidad de Santiago Cuaula, municipio de Calpulalpan, en el estado de Tlaxcala, México, ganó la vicepresidencia del Senado de la República con un arrasador conteo de 113 votos emitidos.
El Senado de la Republica emitió su voto a través de cédula, en favor de la senadora tlaxcalteca, para presidir la mesa directiva del senado en la IX Reunión Plenaria que sostuvieron los senadores y senadoras para elegir a su presidente y vicepresidente de la mesa directiva a través del voto democrático.
La senadora Ana Lilia Rivera, estudió la licenciatura en derecho en la Universidad Autónoma de Tlaxcala, y es militante del Movimiento de Regeneración Nacional desde 2014 pero se unió a la lucha por la democracia en México desde que era estúdiate en las trinchera del EZLN y renunció al PRD para apoyar al Gobierno Legítimo de México en 2006, es un orgullo para el estado de Tlaxcala, pues es trascendental que una mujer y además del estado, tenga el nombramiento de vicepresidenta en la mesa directiva.
En su primera intervención recordó su gran trayectoria al ser representante del primer comité ejecutivo nacional cuando sólo había convicción y mucha penuria. Ha sido fundadora del partido MORENA en Tlaxcala y responsable de la asamblea que construyó a su partido en ese estado. Contendió por una diputación federal en 2015 para fortalecer la construcción del movimiento.
Es una mujer de trabajo y honradez, su testimonio como mujer de convicciones dentro del movimiento la ha llevado a ocupar importantes cargos políticos, en su discurso expresó que nunca ha faltado a una sesión dentro del pleno, y que su humildad es una cualidad dentro del parlamento, pues, sólo toma la palabra cuando es necesario porque sus convicciones la ponen donde debe estar.
Finalizó que para poder construir consensos con otros compañeros senadores ha tenido que sacrificar su capacidad de debate e ideología para cimentar consensos y no confrontaciones con quien comparte con ella diferentes puntos de vista.