Vecinos y autoridades interceptan un camión que esparció varias toneladas de vísceras de animales y desechos en campos de cultivo de manera clandestina, pese a que lo, autoridades ambientales y de salud omiten sanciones o investigación
Alfredo González
Vecinos y pobladores de la colonia Ignacio Allende denunciaron la probable omisión de autoridades ambientales y de salud que de manera sistemática han ignorado denuncias sobre la existencia de un tiradero clandestino de desechos animales en predios de cultivo, donde el problema que se presenta desde hace meses se ha convertido en un foco de infección y contaminación en las hortalizas y cereales de la zona.
Al respecto, señalaron que dicha situación se ha presentado en incontables ocasiones en los predios agrícolas que rodean la Hacienda conocida como San Bartolo, además de afectar los predios de la zona de Tecoac, ubicados q poco más de un kilómetro de la carretera Mexico-Veracruz, siendo que, es un problema constante observar unidades pesadas ingresar por la calle Allende para arrojar toneladas de visceras y partes de animales mezcladas con lodo y otras sustancias.
Señalaron que pese a que el problema ha sido informado a autoridades municipales y estatales, no se habría puesto atención al problema, lo que ha permitido que un olor fétido y la presencia de insectos así como otra fina prolifere en la colonia Allende, siendo que, la tarde del miércoles, uno de los vehículos pesados marca International, color blanco y con tolva de color verde fue denunciado por los probadores tras arrojar una carga de desechos, el cual fue interceptado por elementos de la policía sobre la carretera.
El el lugar, los ocupantes de la unidad de carga habrían excusado con contar con los permisos de transporte de los restos animales, sin que se especificaran su composición exacta, así como tratar de excusar posibles sanciones al realizar una disposición final de la carga como lo indican las normas ambientales, siendo que, pese a que la distancia de tiraderos clandestinos se encuentra penado por la Procuraduría Federal de Protección Ambiental y al Comisión de Prevención de Riesgos Sanitarios.
Al lugar acudieron además algunas persinado que se identificaron como personal de la Procuraduría, sin que se tenga presunción si se trata de la dependencia estatal de justicia o la instancias federales ambiental, permitiendo que poco después los interceptados se retiraran del lugar sin aparente sanción.
Ante ello, vecinos de la zona exigieron que la autoridad ponga atención. Al problema y no se actúe con complacencia ante posibles delincuentes , asegurando que el tiradero clandestino pone en riesgo a la población cercana, así como a quienes pudieran consumir los productos cultivados en la zona, poniendo énfasis en la posible omisión que realizan la COEPRIS, además de la recién creada Secretaria de Medio Ambiente y la Procuraduría Ambiental local.