Según la Fiscalía General de la República, Leonardo ‘L’ permanecerá en el penal del Almoloya de Juárez como medida cautelar
Un juez determinó que Leonardo ‘L’ fuera vinculado a proceso por su probable participación en el atentado que sufrió la familia LeBarón el 4 de noviembre de 2019, así lo anunció la Fiscalía General de la República.
A través de un comunicado, la Fiscalía señaló que Leonardo ‘L’ está vinculado a proceso por delincuencia organizada con la finalidad de cometer delitos contra la salud.
De acuerdo con la autoridad, el presunto participante en la masacre de Bavispe, Sonora, sería uno de los responsables de los homicidios de tres mujeres y seis niños, miembros de las familias Langford, Miller y LeBarón.
Leonardo ‘L’ fue detenido desde el pasado 17 de marzo, gracias a un cateo realizado por personal de la FGR y de la Secretaría de la Defensa (Sedena) en Ascensión, Chihuahua.
El imputado permanecerá en el Centro Federal de Readaptación Social 1 “Altiplano”, en Almoloya de Juárez, Estado de México, como medida cautelar.
¿Cómo fue la masacre contra la familia LeBarón?
Un grupo de 17 miembros de la familia LeBarón y Langford realizaba un recorrido de Galeana, Chihuahua, a Bavispe, Sonora, dijo Alfonso Durazo, secretario de Seguridad.
Según la información presentada por el Coronel Mendoza, la primera de las camionetas donde viajaban fue balaceada a las 9:40 horas, tiempo local. Los cinco tripulantes (María Rhonita LeBarón y sus cuatro hijos) murieron.
Mendoza apuntó que la unidad terminó incendiada por la cantidad de disparos que recibió.
Las otras dos camionetas fueron atacadas a las 11:00 horas. De estas unidades, lograron escapar ocho menores de edad, de los cuales siete resultaron heridos.
La autoridad sugirió que en el caso de la última camioneta, donde viajaban un adulto y cuatro niños, la “impresión” que tienen las autoridades es que los agresores dejaron que los infantes huyeran.
Una de las líneas de investigación de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora señaló que detrás de las agresiones está el grupo delictivo ‘La Línea’, que tiene su base en Chihuahua.
También se apuntó que el mismo día de la masacre de los LeBarón y los Langford, la organización se enfrentó en Agua Prieta con otro grupo delictivo, ‘Los Salazar’.
Por este hecho, ‘La Línea’ envío una célula al camino que va de Bavispe a Janos, en Chihuahua.
Mendoza apuntó que esto sería para detener cualquier incursión de ‘Los Salazar’ en territorio chihuahuense.
Por ello, este grupo habría sido el responsable de haber atacado a los LeBarón y los Langford.
Las autoridades señalaron que se investigaba si las camionetas habían sido confundidas por grupos delictivos. Sin embargo, el activista Julián LeBarón negó que hubiera existido tal confusión.
”Necesitamos saber la verdad, sea la que sea. No se confundieron, asesinaron de manera brutalmente cruel a mujeres y niños”.
Una guarnición de Agua Prieta salió hacia el lugar de los hechos a las 14:30 horas, indicó Mendoza.
Este grupo llegó a San Miguelito, municipio de Bavispe, pasadas las 18:00 horas.
La búsqueda de las unidades empezó a las 19:00 horas. 20 minutos después, se encontró la camioneta que fue agredida primero.
A las 20:30 horas se ubicaron a siete de los ocho infantes que escaparon, quienes fueron traslados a la clínica de Bavispe.
Elementos de la Guardia Nacional encontraron las otras dos camionetas cerca de las 21:15 horas.
La menor que aún se encontraba sin localizar fue hallada alrededor de las 21:45 horas, por un oficial del Ejército y un grupo de familiares.
Alex LeBarón, exdiputado federal, dijo a El Financiero que la menor deambuló por más de 12 kilómetros con el pie herido.
Agregó que cinco de los menores heridos habían sido trasladados a Arizona, en un helicóptero de la Sedena.
Los niños recibieron atención médica en ese estado. Entre ellos, está un bebé, quien fue herido de un balazo en el pecho.
En los sitios donde fueron halladas las unidades, que estaban separadas por hasta 18 kilómetros de distancia, se encontraron más de 200 casquillos calibre .223 y 7 milímetros.
Cortesía El Financiero