La plaza de toros Jorge Aguilar adaptada como cancha de voleibol, en la ciudad de Tlaxcala.
Tlaxcala ha cambiado los toros por la arena y una pelota de voleibol. El segundo Estado más pequeño de México, solo detrás de la capital, ha albergado estos días y hasta el 20 de marzo un torneo de élite que convive con una ciudad colonial volcada a la tauromaquia. El torneo, que ha viajado por urbes como Roma, Hamburgo o Río de Janeiro, hace su escala en un sitio considerado por la Unesco como parte del Patrimonio Mundial.
En el ruedo, la combinación del escenario resalta desde las gradas y como fondo tienen un campanario. Esta torre exenta fue construida de manera independiente de la catedral.
“Esta plaza es de finales del siglo XVII, su última intervención fue del siglo XVIII, tal como la conocemos ahora. Es colindante del Conjunto Conventual Franciscano y Catedralicio de Nuestra Señora de la Asunción. Es un sitio emblemático porque fue de los primeros conventos en las Américas, con estilo renacentista y con influencia árabe de los primeros conquistadores”, menciona Antonio Martínez
Velázquez, secretario de Cultura del Estado de Tlaxcala. Este tipo de conventos fue construido con mano de obra indígena, los tlaxcaltecas fueron aliados de los colonizadores en la caída de Tenochtitlan.
Para la metamorfosis de la plaza de toros Jorge El Ranchero Aguilar, que data de finales el siglo XVII, se construyó un rectángulo de madera de 26 metros por 18 para servir de base para la cancha.
Los organizadores trajeron 1.200 toneladas arena de mar desde Coatzacoalcos, Veracruz. Esta cantidad se empleó también para alimentar dos canchas que fueron colocadas en la explanada del centro histórico de la ciudad, a un costado del Museo de Arte de Tlaxcala.
“Hubo una revisión del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para poder realizar el torneo. Se valoró la pertinencia de albergarlo, sobre todo, en la cancha del centro histórico. La plaza de toros es vigente, aún sigue teniendo corridas de toros por lo que no ha habido ningún problema”, agrega Martínez Velázquez.
A finales de 2021, el Congreso de Ciudad de México abrió la puerta para prohibir las corridas de toros. La intención de reformar la ley levantó ámpulas en el negocio de la tauromaquia que advirtió de que se podrían perder hasta 30.000 empleos.
“Fuera de la discusión, los espacios de la tauromaquia son verdaderamente bellos que pueden tener otro uso”, opina el funcionario. Al torneo han llegado casi 200 deportistas de 34 países y significa el inicio de los clasificatorios rumbo a los Juegos Olímpicos de París en 2024.
Se trata del primer evento del calendario. Por las calles, los habitantes se han encontrado a las y los voleibolistas. Según los organizadores, todos los boletos de las finales de este domingo 20 de marzo se han agotado.
Cortesía El País