Será decisión de cada trabajador continuar en el nuevo esquema de salud federal
Hans Palacios
Con una inversión histórica de 841.5 millones de pesos arrancará en Tlaxcala la federalización de los servicios de salud con equipamiento, medicamentos, ampliaciones, remodelaciones etc. beneficiándose el 14% de la población tlaxcalteca que no tiene seguridad sociales, aproximadamente 200 mil personas.
Con ello, se extinguirá el Organismo Público Descentralizado Salud de Tlaxcala, que desde 1996 se encarga de la salud estatal, dando paso a IMSS Bienestar, sin embargo dicha transferencia ha generado dudas entre los trabajadores.
Ante ello, Lorena Cuéllar, gobernadora del estado, señaló que se van a respetar los derechos laborales de los trabajadores, no habrá despidos, de manera individual se conocerán sus condiciones de acuerdo a su antigüedad, tipo de contratación y categoría, además, será decisión de cada trabajador sumarse a este nuevo esquema de salud.
A la declaración, se sumó Zoé Robledo, director nacional del IMSS, quien retomó las palabras del presidente Andrés Manuel López Obrador:
"No habrá despidos, no van a perder su antigüedad, prestaciones, no habrá disminución de salario, al contrario, van a mejorar, se basificarán a los trabajadores que tuvieron contrato solo por pandemia"
En consecuencia, se entablarán mesas de diálogo para que no exista desinformación y explicarle a los trabajadores las ventajas de este nuevo sistema federal de salud.
SNTSA en contra
Trabajadores sindicalizados de la SESA, se manifestaron hoy desde las 9:00 horas como lo tenían previsto en el zócalo capitalino frente a Palacio de Gobierno, en rechazo a la extinción del Organismo Público Descentralizado Salud de Tlaxcala y su adhesión al Programa IMSS Bienestar.
Decenas de agremiados a la sección 27 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA), se sumaron a la convocatoria lanzada la noche de ayer por su lideresa, Blanca Águila Lima, de asistir al centro capitalino a manifestar su negativa a esa medida administrativa, por no haber lineamientos legales ni reglas de operación concretas, lo que pone en riesgo su estabilidad y derechos laborales.
Por su parte, los trabajadores de SESA exigieron claridad laboral y que no se escatimen los insumos para el sector en general ni las prestaciones, además de reclamar la política de federalizar la salud sin tener un plan concreto, lo que calificaron de un experimento fallido.