La Secretaría de Cultura de Tlaxcala determinó prescindir de los servicios de la maestra del taller de náhuatl que desde hace más de 20 años prestaba la docente y poeta Ethel Xochitiotzin Pérez, quien califico este hecho como despido injustificado, pues no ha recibido explicación alguna de parte de las autoridades.
Xochitiotzin Pérez, quien estaba adscrita al Centro Cultural del municipio de Chiautempan, refirió que el suyo no es el único caso de rescisión de contrato por parte de la dependencia, pues tiene conocimiento de que la mayoría del personal adscrito a ese espacio también fue despedido, principalmente administrativos y de intendencia.
Por esos hechos, no descartó interponer una demanda por despido injustificado contra la Secretaría de Cultura local, pues “no es un año, sino muchos años” en los que ha fungido como responsable del taller de náhuatl, trabajo que, al parecer, la dependencia no le ha dado su justo valor.
Fue el 31 de enero pasado que la poeta y traductora recibió el aviso de que ya no sería re contratada, “porque las autoridades dijeron que hasta ahí llegaban mi contrato y ya no teníamos trabajo. Lo único que pregunté fue porqué, pero me dijeron que no sabían exactamente, que habían recibido esa orden y no podían dar más información”.
Sin embargo, refirió que desde mediados de ese mes le pidieron que firmara su renuncia voluntaria, pero se negó a hacerlo a condición de que le pagaran los años que ya llevaba ahí “porque son más de 20 años trabajando. Es despido injustificado porque ninguna autoridad nos dio la cara”.
Durante ese lapso, Xochitiotzin Pérez impartió su taller de náhuatl en los centros culturales de Contla de Juan Cuamatzi, de Santa Cruz Tlaxcala y de Chiautempan, además, en la Casa del Artista, ubicada en Tlaxcala capital. “Con estos talleres, todos mis alumnos se vieron beneficiados porque les ha servido en sus trabajos, en la escuela. Prácticamente los que acudían eran maestros, estudiantes, a veces amas de casa, pero también jubilados”.
Aseguró que esta labor la realizó por su interés de preservar y difundir el náhuatl en las nuevas generaciones, trabajo por el que solo recibía como salario 700 pesos quincenales, además de no contar con las condiciones propicias para el proceso de enseñanza.
“Lamentablemente muchos de nosotros como trabajadores no nos dimos a la tarea de informarnos y por falta de conocimiento nos han visto la cara. Estábamos por honorarios y por eso no teníamos ningún derecho, pero con todos los años que ya tenemos trabajando, ya generamos derechos. Si estamos ahí es porque nos gusta el trabajo que hacemos, pero realmente no hay apoyo, es contradictorio y hasta ofensivo”.
La docente y poeta lamentó que el titular de la Secretaría de Cultura, Antonio Martínez Velázquez no haya tenido la iniciativa de “conocer a la gente que estaba trabajando” y, en su caso, verificar los resultados del taller de náhuatl que imparte.
Comentó que la opción que le dieron es que continúa impartiendo clases, pero “como taller libre, es decir, que los alumnos me paguen por sesión y es lo que yo ganaría, pero también tendría que dejarle algo al centro cultural”.
“No quisiera llegar a la demanda, pero las circunstancias nos obligan, porque no es un año, son muchos en los que estuvimos en el olvido. Ojalá el secretario se ponga en nuestros zapatos, dicen que nos van a recontratar, pero no sabemos cómo”.