En abandono total, Banco del Bienestar en Michoacán, pese a meses de su construcción

En completó abandono: sucio, sin servicio, sin funcionar el cajero automático sin mobiliario, sin servicio.
Un florero más.



Banco del Bienestar, destinados a ser un elefante blanco como el de otros sexenios.

La 4T va por la misma ruta que transitaron los gobiernos del PRI y del PAN y que fallaron al tratar de impulsar el Banco Nacional de Servicios Financieros (Bansefi) con presencia en los 500 municipios más pobres y alejados del país para la dispersión directa de los recursos de los programas de transferencias gubernamentales, y no depender de la banca comercial.

Con pérdidas al cierre de 2020 por 260 millones de pesos y pasivos por 61 mil millones de pesos, el Banco del Bienestar en la 4T corre el mismo riesgo; aún sin haber iniciado sus operaciones enfrenta ya un desequilibrio en su balance: sus gastos superan sus ingresos.

De acuerdo con los contratos firmados en 2019 para la dispersión de recursos bancarios, los bancos reciben una contraprestación mensual de cinco pesos más IVA por cada cuenta.

Por la emisión de cada tarjeta el pago a la banca es de 10 pesos más IVA. En el caso de Banco Azteca, sólo 200 mil tarjetas se expidieron sin costo y los gastos por reposición corren a cargo del beneficiario. A los 24 millones de beneficiarios de los programas de apoyo, como Crédito a la Palabra, Adultos Mayores, Niños con Discapacidad, Jóvenes Construyendo el Futuro y la entrega de microcréditos, no se les aplican comisiones, con excepción de la reposición de las tarjetas en caso de extravío.

El objetivo del gobierno federal es que el Banco del Bienestar sirva, vía una gran red de sucursales con cajeros automáticos, para que “la gente pobre, hasta en los pueblos más apartados, pueda cobrar la ayuda del gobierno y que, en esa misma cuenta, también pueda recibir remesas y otros ingresos, así como mantener sus ahorros con rendimientos y garantías de seguridad”, de acuerdo con la exposición de motivos que se presentó para modificar la Ley Orgánica del Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros, SNC, y crear el Banco del Bienes­tar en junio de 2019.

Dos gobiernos, sin embargo, han fracasado en el proyecto de operar un gigante bancario que mantenga contacto directo con los beneficiarios de programas sociales, mientras la corrupción en la asignación de contratos se agudizó durante el sexenio de Peña Nieto.

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