El propósito en el fondo es muy distinto: “seguir polarizando, dividiendo y distrayendo a los mexicanos”.
Además, el costo de 500 millones que tendrá la consulta “es un tiradero de dinero. Exijamos que se le dé un destino sensato a ese dinero que pagamos con nuestros impuestos”.
Ricardo Anaya asegura en su más reciente video que la consulta del próximo 1 de agosto, “dizque para enjuiciar a los expresidentes, es un engaño”. Asegura que “atrás de la pantalla de un supuesto juicio a los expresidentes, cosa que no dice la pregunta avalada por la Suprema Corte, se esconde un propósito muy distinto: seguir polarizando, dividiendo y distrayendo a los mexicanos”.
Para Anaya, “lo que López Obrador quiere es tenernos ocupados con consultas y con informes inútiles”. Y asevera enfáticamente que “en un país de leyes los delitos se persiguen, no se consultan. En un país con Estado de derecho no hay necesidad de preguntar si se aplica o no se aplica la ley. Si alguien cometió algún delito, se le debe aplicar la ley. No hay nada que consultar”.
Respecto al costo de la consulta, que será de 500 millones de pesos, Anaya considera que es “un tiradero de dinero”. Y establece algunas equivalencias: “Con 500 millones, se comprarían más de un millón de vacunas covid; se podrían construir 67 nuevas escuelas primarias, 2 universidades o 25 unidades deportivas; alcanzarían para becar con 2 mil pesos mensuales, por un año, a 20,833 estudiantes”.
“En todo caso, ¿por qué no usamos esos 500 millones para comparar medicinas para los niños con cáncer? ¿O para reforzar la seguridad y evitar las masacres?”, pregunta Anaya Cortés.
Adelanta que además es seguro “que no se va a alcanzar el porcentaje del 40% que se requiere para que el resultado de la consulta sea obligatorio”, y sentencia que “salir a votar en esa consulta es validar el absurdo, la aberración, la locura de tirar 500 millones de pesos para preguntar si el gobierno debe aplicar la ley o no, cuando ya sabemos de antemano la respuesta”.
El video finaliza con un llamado a la ciudadanía: “No caigamos en su juego. Exijamos que se aplique la ley y que se le dé un destino sensato a ese dinero que tú y yo pagamos con nuestros impuestos”.