Los efectos del cambio climático se están haciendo latentes, no son sólo las sequías en el sur del continente americano, sino que en el norte una ola de calor está azotando el oeste de Canadá y Estados Unidos, causando muchos problemas y hasta vidas ha cobrado este fenómeno.
Al menos 145 personas murieron de forma repentina en el área de Vancouver en los últimos dos días por esta ola de calor sin precedentes. Aunque todavía se está investigando, “se cree que el calor es un factor que ha contribuido a la mayoría de las muertes”, dijo Michael Kalanj, de la Real Policía Montada de Canadá. Todas las víctimas mortales eran personas de la tercera edad.
Vancouver, situada en la costa del Pacífico, lleva varios días registrando temperaturas por encima de los 30 grados Celsius, muy por encima de la media de 21 grados de esta temporada, por lo que sus residentes han resentido los efectos del calor. Sin embargo, en la comunidad de Lytton, en Columbia Británica, en el oeste de Canadá, se registraron 47.9 grados, la temperatura más alta en la historia del país. Un día antes, el mismo sitio rompió un récord, con 46.6 grados.
Además de Columbia Británica, también se han emitido avisos para las provincias más orientales de Alberta, Saskatchewan y Manitoba, así como para partes de los territorios del Yukón y del Noroeste, en el norte de Canadá.
Estados Unidos está en una situación similar y apremiante
Estados Unidos enfrenta los estragos por la misma ola de calor: la ciudad Seattle registró 42 grados centígrados el lunes por la tarde, por encima del récord histórico registrado el domingo, de 40 grados. Mientras que la ciudad de Portland, Oregon, registró 46.6 grados el mismo día. La ola de calor ha provocado varios incendios forestales a ambos lados de la frontera entre Estados Unidos y Canadá.