En un breve comunicado firmado por el obispo Julio César Salcedo Aquino se detalló que el sacerdote Arturo Flores Rojas pereció en el Hospital General de Huamantla por complicaciones pulmonares que desencadenaron en un infarto.
También se dio a conocer que fue el pasado martes 01 de junio cuando el religioso ingresó en una primera instancia al Hospital San Martín de Porres de Apizaco.
Posteriormente fue transferido al nosocomio perteneciente a la Secretaría de Salud del Estado (SESA), que durante la pandemia fue reconvertido para recibir casos positivos de covid-19.
Aunque la autoridad eclesiástica no afirmó que la muerte del párroco fuera a consecuencia del coronavirus, se sabe que esta enfermedad provoca daño pulmonar y cardíaco a largo plazo.
Cabe mencionar que desde que fue declarada la emergencia sanitaria en el estado de Tlaxcala por la inminente llegada del nuevo coronavirus, han fallecido hasta el momento ocho sacerdotes víctimas de la nueva enfermedad; contemplado el caso reciente.
Recientemente la Diócesis de Tlaxcala confirmó el fallecimiento de Simón Chamorro Hernández, párroco de San Francisco de Asís, Papalotla. El servidor de la iglesia católica tenía 68 años de edad, fue internado desde en el hospital regional de San Pablo del Monte, donde finalmente dejó de existir.
También fue confirmada la muerte de Orlando García Flores, por complicaciones de salud tras contraer el virus SARS-CoV-2, era originario del municipio de Tenancingo y fungía como sacerdote en Ixtacuixtla.
Además quien pereció fue el presbítero José Juan García Muñoz, quien era responsable de la Cuasiparroquia de la Presentación de la Virgen María de la comunidad de Acuitlapilco, municipio de Tlaxcala.
Otro de los fallecidos es el presbítero Pascual Pluma Morales, asignado a la cuasiparroquia de Santa Úrsula Virgen y Mártir, en Yauhquemehcan, este caso quedó como sospecha de covid-19, ya que no se presentaron resultados de la prueba para confirmar o desechar el diagnóstico.
Además, el párroco de Ixtenco, Orlando Flores García perdió la vida a causa de este padecimiento. El religioso sufría de otras comorbilidades por lo que su estado de salud se deterioró hasta ocasionarle la muerte.
Actualmente en los templos católicos se mantienen con las puertas abiertas, pero con las medidas preventivas y con aforo limitado, pese a que Tlaxcala ya se encuentra en color verde.