Luego de que Tlaxcala pasara a color verde del semáforo de riesgo epidemiologíco, la sociedad comenzó a relajar medidas sanitarias y disminuyó la venta de insumos para la protección como lo son caretas y cubrebocas.
Tras más de un año de que se dió el primer caso de Covid-19 en la entidad, los comercios vieron un negocio al ofrecer diversos artículos para la protección de la salud, y para realizarlo de una manera más formal, rentaron locales y les llamaron tiendas "anti-covid".
En su momento, fue un buen ingreso y detonante económico, ya que en su mayoría, las personas buscaban protegerse del virus SARS-CoV-2, a través de caretas, tarjetas azules, y sanitizantes, que eran los productos que ofrecían estas tiendas.
Sin embargo, después de que disminuyeran los contagios por el virus, las tiendas comenzaron a vender menos por lo que algunas han tenido que cerrar sus puertas, dejando así un recuerdo histórico para la humanidad.