La contaminación de la cuenca se encuentra en un nivel de 46.9 puntos del Índice de Calidad de Agua (ICA).
Las imágenes satelitales muestran que la contaminación de la cuenca del Atoyac, tanto del agua como del aire, afecta a más de dos millones de personas en los estados de Puebla y Tlaxcala; mientras que las proyecciones alertan sobre un aumento de los problemas en los próximos años en caso de que no se detengan las consecuencias.
De acuerdo con el análisis “El río Atoyac y la lucha por revertir la contaminación”, encabezado por Omar Arellano Aguilar, investigador del Departamento de Ecología y Recursos Naturales de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la contaminación de la cuenca se encuentra en un nivel de 46.9 puntos del Índice de Calidad de Agua (ICA).
El ICA revela que el agua aceptable debe estar en una escala de 71 a 100; mientras que el líquido contaminado se ubica entre 51 y 70; y el nivel “muy contaminado” oscila entre uno y 50, como la situación del Atoyac.
El investigador explicó que, dependiendo de las acciones que se realicen en este momento, a tres años la recomendación 7/2017 emitida por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para el saneamiento del río Atoyac, existen tres escenarios: el primero consiste en que el problema se traduzca en un fuerte conflicto socio-ambiental; mientras que el segundo escenario muestra la posibilidad de que la situación se continúe de la misma forma; y el tercer escenario, dependiendo de las acciones que se implementen, se podrá reducir el deterioro ambiental actual.
Junto a la contaminación del agua, se encuentra una baja calidad del aire. Las imágenes satelitales basadas en un análisis del ozono troposférico, gas incoloro y muy irritante creado por reacciones fotoquímicas entre los óxidos de nitrógeno y los compuestos orgánicos volátiles producidos por la quema de combustible, vapores de gasolina y solventes químicos, muestran que la zona de riesgo de exposición a contaminantes afecta a dos millones de personas.
Las zonas de “riesgo alto” se localizan en los municipios de Puebla y Cuautlancingo; mientras que en riesgo medio aparece San Martín Texmelucan; y en riesgo bajo aparecen las demarcaciones de Huejotzingo, San Pedro Cholula y Coronango, dentro del estado de Puebla; y Nativitas y Papalotla, en el estado de Tlaxcala.
“Hemos hecho estudios en la zona, no solo la contaminación del agua, también, contaminación atmosférica. Desafortunadamente, entre Tlaxcala y Puebla, podemos contar con los dedos de la mano, el número de estaciones de monitoreo y calidad del aire. Recurrimos a imágenes de satélite que nos permite ver el espectro de óxidos de nitrógeno, producto de la combustión y cómo se están distribuyendo. Vemos cómo en Puebla, Cholula y Cuautlancingo, son regiones en las cuales la contaminación es alta. En ese sentido, proponemos una zona de exposición a contaminantes, no solo de aire sino del agua que cubren las regiones de San Martín Texmelucan a Puebla, con riesgos altos”, apuntó.