En 1864 un sismo provocó que cayera la cúpula y cobrara la vida de dos personas
José Hernández | Alerta Vigilante
Los sismos ocurridos los días 8 y 19 de septiembre de 2017 han dejado en claro una serie de cuestiones en el seno de las comunidades que sufrieron las afectaciones, principalmente en los templos donde las secuelas de los eventos sísmicos se manifestaron de manera más clara.
Aunque nuestro estado no enmarcó el epicentro de los eventos, recordemos que el del día 19 tuvo una magnitud de 7.1 grados, a las 13:14, con epicentro al sureste de Axochiapan, Morelos; con una réplica más intensa de 4.0 grados cuyas consecuencias fatales fueron de 305 personas muertas.
Las principales afectaciones en Tlaxcala, ocurrieron en los templos que se ubican en la parte sur de la entidad, como la Parroquia de San José, ubicada en el corazón de la capital del Estado, misma que no es la primera vez que sufre daños en toda su historia.
Durante el siglo XVIII y principios del siglo XIX, se tiene noticia que por la madrugada del 3 de octubre de 1864, se registró un fuerte sismo de una duración de aproximadamente un minuto, cuya magnitud se desconoce, provocó que la cúpula de la parroquia de San José y la bóveda de su sacristía se vinieron abajo.
Este sismo, que además afectó templos en Huamantla, Chiautempan, Teolocholco, Tlaxco y Nativitas, entre otros poblados, lo lamentablemente de esto fue que cobró la vida del sacristán de San José y de su hija, quienes murieron bajo los escombros, los trabajos de reconstrucción no iniciaron sino hasta después de 1868.
En los sismos de septiembre de 2017, las iglesias de San José, Ixtacuixtla y Tepeyanco fueron tres de las más afectadas.
Hasta este día, la Secretaría de Cultura el Instituto Nacional de Antropología e Historia prevé que el templo religioso abra de nuevo sus puertas hasta el próximo año 2022, ya que los trabajos de restauración marchan de manera lenta pero oportuna
Con información de la revista "La ChiquINAH" de Nazario Sánchez.