Miembros de la Royal Navy inglesa, encargados realizar la denotación controlada del artefacto, informaron que se trató de un explosivo alemán del tipo Hermann, de mil kilos de peso, que habría sido lanzado por la fuerza aérea nazi sobre objetivos civiles del Reino Unido en 1942
Una bomba de la Segunda Guerra Mundial fue detonada en la ciudad de Exeter, unos doscientos cincuenta kilómetros al sur de Londres, y la explosión provocó un cráter del tamaño de un autobús de dos pisos dejando serios daños estructurales a varias propiedades.
Miembros de la Royal Navy inglesa, encargados de la denotación controlada, informaron que se trató de un explosivo alemán del tipo Hermann, de mil kilos de peso, que habría sido lanzado por la fuerza aérea nazi sobre objetivos civiles del Reino Unido en 1942.
La bomba había sido descubierta el viernes pasado durante las excavaciones de una obra en construcción en un terreno privado, al oeste del campus de la Universidad de Exeter, detalló el diario inglés The Guardian.
El equipo de desactivación de bombas de la Royal Navy estableció un cordón de 100 metros alrededor del artefacto pero luego, al determinar el calibre del explosivo, el sábado, extendieron el cerco a unos 400 metros.
Los residentes de unas 2600 propiedades en las cercanías de Glenthorne Road, incluidos 1400 estudiantes universitarios, debieron ser evacuados.
La detonación controlada de la bomba nazi ocurrió a las 18:10 del sábado, y la explosión se escuchó a varios kilómetros de distancia. Los expertos en eliminación de explosivos de la Royal Navy y el personal del ejército del Royal Logistic Corps construyeron muros alrededor de la excavación y transportaron cerca de 400 toneladas de arena para mitigar el impacto de la explosión.
Sin embargo, desafortunadamente, se han causado daños estructurales en algunos edificios, principalmente dentro del cordón de 100 metros, incluidas ventanas reventadas y grietas en los ladrillos”, dijo un vocero policial. “Se están haciendo todos los esfuerzos para asegurar que las evaluaciones estructurales se lleven a cabo lo antes posible y que los residentes puedan regresar a casa más tarde hoy”.
La policía trabaja junto al consejo del condado de Devon, el ayuntamiento de Exeter y las empresas de servicios públicos con la esperanza de que los residentes puedan regresar a sus casas lo más pronto posible.
El impacto de la explosión fue significativo, con escombros arrojados por lo menos a 250 metros de la detonación. En el lugar del estallido se formó un cráter del tamaño de un autobús de dos pisos.
En cuanto a los vecinos que volverán a sus casas, no hay preocupaciones de parte de las autoridades sobre el impacto de la explosión en la salud pública, confirmó la policía.
La Universidad de Exeter pidió a los estudiantes que no regresen a sus residencias para permitir que se realicen evaluaciones de seguridad.