El club evolucionó hasta convertirse en gran parte de la identidad de la Comarca Lagunera, así como uno de los modelos deportivos y de negocios más exitosos en México
En la abundancia del Instituto Mexicano del Seguro Social en la década de los ochentas, su impulso al deporte fue extraordinario y propició la adquisición de franquicias del futbol mexicano, una de ellas se convertiría en uno de los clubes de futbol de mayor éxito en el balompié nacional: el Santos Laguna.
El IMSS contaba con el Atlante y el Oaxtepec y en 1982 adquirió a los Tuberos de Veracruz, escuadra que fue llevada al Centro Vacacional de la Trinidad, ubicada en Santa Cruz, Tlaxcala, de ahí se nombró Club Santos de la Trinidad.
El Seguro Social organizaba torneos de futbol amateur a nivel nacional y en 1983 determinó administrar equipos en distintas zonas del país. Convocó a un torneo, cuyo premio al campeón sería una franquicia en la Segunda División.
José Díaz Couder González, director y jefe de servicios sociales del IMSS Gómez Palacio, acudió al profesor Lorenzo García González, director de las escuelas de futbol del IMSS, y al arquitecto Raúl Nieto, coordinador deportivo, para la formación de un equipo que participara en la competencia.
De tal forma que Gómez Palacio se reforzó con jugadores del Asturias de Gómez Palacio, una escuadra amateur que competía en ligas locales y que logró ganar esa justa y por tanto el derecho a jugar en la Segunda “B” con la franquicia de Santos de la Trinidad.
Díaz Couder junto con Lorenzo García y Raúl Nieto, se apoyaron en Gustavo de Villa para trabajar en el nuevo proyecto, se buscó que el equipo jugara en Gómez Palacio, pero no se encontró un escenario adecuado, así que se le presentó la propuesta al empresario Juan Abusaíd Ríos, dueño del Estadio Moctezuma, para jugar en ese inmueble, a lo cual accedió.
Se mantuvo la base del Asturias de Gómez Palacio, llegaron ex jugadores de la desaparecida Ola Verde, los hermanos Carlos y José González Véliz; Juan Manuel Ramírez Meza se hizo cargo de los entrenamientos, aunque no contaba con licencia para dirigir en el futbol profesional, por lo que se recurrió al peruano Grimaldo González, pero tampoco pudo dirigir al equipo por ser extranjero.