Aunque para unas personas coleccionar cacharros podría ser una pérdida de tiempo, para don Emiliano Pérez Sánchez hacerlo va más allá de un hobby.
Acumular en su vivienda todo tipo de objetos, que él encuentra en la calle, que le regalan o que compra, es un modo de vivir que adoptó hace aproximadamente 34 años.
Barandales, llantas, tubos, juguetes, cartones, láminas y botes son algunos de los objetos que decoran la fachada del hogar de don Emiliano, una vivienda bicada sobre la calle Xochiquetzalli, entre la avenida Ocotlán-Chiautempan y la Independencia, en la capital del estado, que causa asombro entre quienes caminan por ahí.
Don Emiliano Pérez Sánchez, un señor de 67 años originario de Ixtacuixtla, pero que desde hace más de tres décadas vive en la capital del estado, recibió en su casa a este Medio de Comunicación para hablar de esa construcción que el calificó como única en Tlaxcala.
No sabe con exactitud porqué o cómo nació su gusto por coleccionar todos esos objetos, pero dice que es algo que le nace hacer y que viene "de orígen".
"Si me gusta alguna cosa la voy guardando, por eso, aquí hay de todo", dice.
Tampoco sabe a ciencia exacta qué guarda en su casa, pero mencionó que es un universo de figuras geométricas compuesto por cerca de cinco mil artículos que para él son arte.
Y es que aclaró que no se trata solo de acumular, sino de coleccionar y dar el lugar adecuado y un correcto uso a esas cosas que tiene diferentes formas, colores, texturas, peso, volumen y que están hechos de diferentes materiales.
Si bien dijo que hacerlo es una forma de entretenimiento para tener su mente ocupada, comentó que recolectar antigüedades, lámparas, jueguetes, utensilios y, entre otras cosas, objetos de madera y plástico, le ha permitido estudiarlas y analizar a través de ellas las reacciones de la naturaleza.
Dijo que analizar cada artículo acumulado es un "don" y una manera de vivir, porque sabe que toda la materia es útil y que lo que para unos puede ser una porquería, para otras personas como él representa una satisfacción.
Además, comentó también como complementa su gusto por coleccionar cosas y cacharros con el estudiar física, química, economía y más recientemente gramática, una área que, aseguró, le ha apasionado y que lo logra al leer libros viejos que le regalaron o que encontró tirados.
Y compartió que la gramática le ha inspirado para escribir canciones, otra actividad que le apasiona.
En su casa ya no hay espacio para más objetos, pero está seguro de que cada uno tiene un uso y ofrece un servicio.
"Y yo así soy feliz", expresó.