El mitológico ajolote es una especie endémica de la cuenca de México que se encuentra en peligro de extinción debido a la destrucción y contaminación de su hábitat. Por esta razón, universitarios de Puebla buscan la creación de un santuario para la reproducción, cuidado y estudio de este anfibio.
El grupo integrado por estudiantes de la Universidad Iberoamericana Puebla, Universidad de las Américas (UDLAP) y del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) desarrolló el proyecto “Conservación del ajolote del Altiplano en el Parque Nacional La Malinche”.
El proyecto consiste en que, a través de la reproducción del anfibio, se refuercen las poblaciones silvestres, además de diseñar y aplicar un programa de educación ambiental y fomento de las raíces culturales que promuevan acciones dirigidas al cuidado y protección del ecosistema del ajolote.
La iniciativa comenzará con la estimación del tamaño de la población del anfibio ubicada en el Parque Nacional La Malinche en un lapso de 18 meses.
Después, se establecerá la creación de un santuario que estará destinado a la reproducción y estudio del ajolote del Altiplano como lo establece la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), a través de las Unidades de Manejo (UMA) para la Conservación de la Vida Silvestre.
Los estudiantes también trabajarán en conjunto con la organización civil Villa ATL, Aldea Global de Desarrollo, ubicada en el municipio de Santa María Xonacatepec, y con las comunidades aledañas a los cuerpos de agua donde se encuentran los anfibios.
Este proyecto —finalista del concurso Amor por México, impulsado por Volkswagen— también propone generar información que permita evaluar su estado de conservación, así como establecer los precedentes que permitan replicarlo con otras variedades existentes en el país, con proyección en el futuro.
La historia del ajolote se remonta hasta la época de los aztecas, quienes lo relacionaban con el dios Xolotl, asociado a la idea del movimiento y de la vida, de acuerdo con la leyenda del Quinto Sol.
En la actualidad, la importancia de este anfibio recae en su habilidad para regenerar partes de su cuerpo en cuestión de semanas, con todos sus huesos, músculos y nervios en los lugares apropiados. También es un bioindicador de la calidad del agua y controlador de plagas.
Con información de Manati