El Congreso de Perú acusa a Martín Vizcarra de recibir más de 630 mil dólares en sobornos por dos obras de infraestructura licitadas cuando era gobernador de la región Moquegua.
El Congreso de Perú destituyó este lunes al presidente Martín Vizcarra por “incapacidad moral”, al cierre de un segundo juicio político en menos de dos meses, tras denuncias de que había recibido sobornos cuando era gobernador en 2014.
El pleno del Parlamento peruano declaró la “permanente incapacidad moral” del mandatario en el juicio político abierto contra él y que se produce apenas cinco meses antes de las elecciones generales en el país.
Después de un debate que se extendió por horas, los legisladores necesitaban solo 87 votos a favor -de un total de 130- para concretar la destitución por “incapacidad moral permanente” y los superaron, con 105 a favor, 19 en contra y 4 abstenciones.
Los parlamentarios peruanos acusan a Vizcarra de recibir más de 630 mil dólares en sobornos por dos obras de infraestructura licitadas cuando era gobernador de la región Moquegua entre 2011 y 2014.
Martín Vizcarra acudió la mañana de este lunes 9 de noviembre al pleno del Congreso para ejercer su derecho a la defensa durante una ponencia que duró 45 minutos, acompañado de su abogado que no hizo uso de la palabra.
El pasado 20 de septiembre, Vizcarra salió victorioso de la primera moción para su destitución, que fue refutada tras alcanzar 32 votos a favor, 78 en contra y 15 abstenciones. Sin embargo, en esta ocasión la bancada de Unión por Perú (UPP), que presentó el último recurso, aseguró que es “más sólida” que la anterior.
De acuerdo a medios peruanos, la causal de vacancia de Vizcarra es la misma que utilizó el Congreso de aquel país en 2000 para remover a Alberto Fujimori después de su caótica salida del país tras acusaciones por corrupción.
Esta causal es la misma que inició el proceso en 2018 contra Pedro Pablo Kuczynski, que finalmente renunció -tras 20 meses de gobierno tras ser acorralado por vínculos con Odebrecht- en días previos a la votación dejando a su vicepresidente, Martín Vizcarra al poder.