Además de la negativa de Ávalos Zempoalteca para aumentar su salario, acusaron que carecen de herramientas para desempeñar su trabajo.
Sin herramientas de trabajo, con un un salario mínimo (800 pesos a la semana) y sin los cuidados obligatorios durante la pandemia por Covid-19, así es como labora en la capital de Tlaxcala el personal encargado de la recolección diaria de basura.
Son poco más de 580 las personas que laboran en esa área de lunes a viernes, desde las 07:00 y hasta las 15:00 horas.
Con escobas de varas que ellos mismos elaboran y recogedores hechos a base de garrafones de plástico desempeñan sus labores pues, a su decir, la administración municipal que encabeza Anabell Ávalos Zempoalteca no los dota de las herramientas suficientes.
Pero no solo eso, pues poco después de que fue decretada la emergencia sanitaria, hace cerca de ocho meses, recibieron un cubrebocas y un paquete de guantes para protegerse de algún contagio por ese nuevo coronavirus, pero fue la única ocasión que el ayuntamiento les otorgó ese tipo de instrumentos que les permita cuidarse de los contagios.
Lo anterior, pese a que entre la basura que levantan de todas las calles de la capital, por lo menos 80 kilogramos corresponden a cubrebocas usados, algo que representa un foco de contagio.
Son trabajadores supernumerarios y por eso, además de trabajar en deplorables condiciones laborales, sus peticiones de un aumento de salario son ignoradas tanto por el director de Servicios Públicos, Víctor Hugo Cahuantzi.
"Lo único que nosotros estamos pidiendo es que nos dé el apoyo que nos mandó el presidente (Andrés Manuel López Obrador), y que no aumente nuestro salario porque realmente es una miseria lo que ganamos comparado con lo que recibe el personal de confianza", dijo una de las afectadas.