La restricción, en consulta entre autoridades de la CDMX y eclesiásticas, aplicaría el 11 y 12 de diciembre
México.- La Jefa de Gobierno de la Ciudad de México (CDMX), Claudia Shienbaum, informó que, en coordinación con autoridades eclesiásticas, se evalúa la posibilidad de cerrar la Basílica de Guadalupe durante los días 11 y 12 de diciembre, a fin de evitar contagios de coronavirus Covid-19 por la fiesta de la Virgen de Guadalupe.
En videoconferencia de prensa, la mandataria capitalina expuso que debido a los desplazamientos masivos desde distintos puntos del país que implican los festejos en la Basílica, existe contacto con las autoridades de la Iglesia Católica opten por cerrar sus instalaciones durante la noche del tradicional festejo.
Expuso que será una decisión que se anuncie en su momento a través de los canales correspondientes, y reveló que también se revisan opciones para que, bajo un formato en línea o a distancia, los fieles de "La Morenita" puedan cumplir con su tributo.
Ayer, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, calificó como un evento "de altísimo riesgo" la celebración del día de la Virgen de Guadalupe, al advertir que se estima la movilización de más de 7 millones de personas de todo el territorio nacional a través de las peregrinaciones.
López-Gatell advirtió que de un efecto "explosivo" en la actual tendencia de descenso en más de 20 entidades si un evento de la magnitud guadalupana se lleva a cabo sin ningún tipo de prevención o limitación.
Respecto a lo ocurrido en la iglesia de San Hipólito, en el Centro de la CDMX, por la fiesta de San Judas Tadeo, donde a pesar de las recomendaciones de las autoridades finalmente se abrió el templo y a sus afueras se concentraron miles de personas, Claudia Sheinbaum dijo que se trató de un incidente provocado por la falta de comunicación y coordinación entre gobierno y religiosos.
Aclaró que dicha experiencia debe servir para evitar un fenómeno similar, y recordó que, por ejemplo, los panteones permanecerán cerrados el 1 y 2 de noviembre, como una estrategia de prevención ante la conmemoración del Día de Muertos.