Tres hombres subieron al taxi de Nazaria Iraís, tres horas después la violaron y asesinaron.
Nazaria Iraís era maestra de bachillerato, para tener más recursos usaba su auto como taxi por las tardes, tres de sus vecinos fingieron un viaje, la llamaron y luego de violarla... la asesinaron
NACIONAL
Jonathan es en este 2020 un adolescente a cargo de sus abuelos de 79 y 89 años, él vive en Puebla, en Jerónimo Tecuanipan, un pequeño municipio no muy alejado de la capital. Nazaria Iraís Simón Aguilar, era su madre, fue asesinada el 24 de septiembre de 2017, se cumplen tres años desde ese domingo en el que una mujer salió a trabajar y no regresó a casa.
Nazaria era maestra en el bachillerato Josefa Ortiz de Domínguez de Tlaxcalancingo, le gustaba el color negro, su hermana Ariadna, recuerda que era “rara”, le gustaba escuchar metal “y esas cosas”, sin embargo, su hermana mayor, era su mejor amiga.
Fue en el fatídico septiembre de 2017 cuando tres sujetos asesinaron a Nazaria. Domingo 24, apenas unos días antes un terremoto de 7.1 grados en escala de Richter, sacudió con especial fuerza las entrañas de la Tierra en el centro de México, varios estados resultaron afectados, cientos de personas afectadas; la emergencia obligó a que las escuelas detuvieran sus labores, por lo que la maestra Simón no impartía sus clases.
Maestra y taxista
Además de ser docente, Iraís utilizaba un auto de la marca Nissan, tipo March, para brindar el servicio de “taxi”, todo con la intención de obtener mayores recursos, pues con lo que ganaba en la escuela no le alcanzaba y quería procurar mejores condiciones para su pequeño, que entonces era un niño de 12 años.
Así transcurrían los días, en las mañanas: maestra; por las tardes: taxista. La comunidad ya sabía a quién recurrir cuando se presentaba la necesidad de un traslado, Nazaria era la mejor opción confiable y sobre todo segura.
El día en que asesinaron a Nazaria, ella no estaba trabajando, de hecho en su casa había una pequeña celebración en la que la familia más cercana se había reunido. Era domingo por la tarde, el plan era seguir disfrutando un rato más.