Muerte cerebral declaran a Marlen Estevez, quien junto con su novio Samuel, brindaron por última vez con un “Rancho Escondido” adulterado, bebida que muy probablemente los una en el cielo.
Don Juan Estévez, padre de Marlen, está a la espera de que un milagro salve la vida de su hija de 22 años, ya que médicos del hospital general del Sur, le informaron que no hay nada que hacer clínicamente.
La historia, inició el pasado fin de semana, cuando Marlen y Samuel, compraron una botella de licor de agave Rancho Escondido, en una tienda de San Salvador el Seco.
De inmediato, la pareja inició con síntomas como dolor abdominal, mareo, convulsiones, dolor de cabeza y dificultad para respirar, reacción propia por consumir alcohol adulterado.
“El domingo mi hija ingresó al hospital, ahí nos informaron que estaba intoxicada por consumir el alcohol” comentó en exclusiva Juan Estévez, padre de Marlen.
Después de cinco convulsiones en un nosocomio del Seco, Marlen, fue trasladada al hospital general del sur.
Fue el martes cuando los padres de Marlen, fueron informados que ya no hay nada que hacer por salvar la vida de la joven de 22 años.
“Ayer en la tarde los médicos nos informaron que no hay nada que hacer, tiene muerte cerebral y solo hay que esperar que su corazón deje de latir” afirmó don Juan Estévez.
El domingo Samuel Sánchez Arellano, de 25 años y novio de Marlen, murió por haber consumido la bebida adulterada, el joven originario de san Salvador el Seco, convivió por última vez con su novia.
La triste historia, está a punto de concluir con un trágico final a consecuencia de una bebida barata y adulterada, a consecuencia de un comerciante irresponsable y desleal.
Don Juan, asegura que por ahora está pendiente del cuidado de su hija en el hospital general del Sur; pero en su momento actuará con apoyo de personal de la fiscalía en contra del comerciante.
La dirección del propietario de la tienda en San Salvador el Seco; donde la pareja compró la bebida adulterada está ubicada, por lo que se realizará la investigación correspondiente.
Es urgente que ayuntamientos de la región junto con regidores de industria y comercio, además personal de la Jurisdicción sanitaria, sean más estrictos con permisos para venta de licor, pero sobre todo realizar una revisión continua a establecimientos.