Con el semáforo en naranja en la Ciudad de México, hoteles y restaurantes capitalinos han retomado sus actividades
Luego de más de tres meses cerrados debido a la actual pandemia por Covid-19, los restaurantes de la Ciudad de México (CDMX) vuelven a abrir sus puertas gracias a la entrada del Semáforo Naranja, que les permite un aforo del 30 por ciento.
Sin embargo, la Nueva Normalidad requiere de un listado de medidas y precauciones a seguir, antes de que los dueños abran de nuevo sus sucursales. Así que, así es ir a un restaurante como el "Dante Brasa y Fuego" de Polanco en medio de la todavía Emergencia Sanitaria.
Todos los empleados usan cubrebocas de tres capas, caretas, guantes y gel antibacterial. Los cubiertos, por regla básica de la CDMX, los entregan en una bolsa de plástico y están previamente sanitizados. Las servilletas son de tela y los menús físicos dejaron de existir, ya que ahora el comensal deberá escanear un código QR y verlo desde su teléfono.
La distancia entre mesas es de 1.5 metros, con opción de que el aforo sea de un 40 por ciento si se colocan sillas al aire libre. En cuanto a la música, por lo menos en el "Dante Brasa y Fuego", especializado en cortes de carne a la brasa, está al mínimo y en ocasiones prefieren quitarla con la finalidad de que los clientes puedan escucharse y no tengan que hablar más fuerte; o de lo contrario, podrían escupir.
Asimismo, al ingresar es probable que te tomen la temperatura y tengas que usar gel antibacterial. Ya en la mesa, el mesero llegará armado con lo arriba mencionado (guantes, cubrebocas y careta) para explicarte en qué parte de la mesa está colocado el código QR a escanear y puedas ordenar.
Por su parte, la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC), emitió su protocolo de prevención ante el coronavirus, en donde se menciona que los locatarios deben asegurarse de contar con ventilación natural o mecánica, así como con todas las medidas específicas de limpieza y desinfección.