La cuidadora de la mujer no acudió a trabajar ese día y ella no podía cocinar sola.
Cuando alguien tienen verdadera vocación para servir al prójimo, no importa que lo que se necesite esté un poco fuera de las obligaciones propias de su puesto. Así lo demostraron un par de policías italianos que acudieron a una llamada de auxilio de una abuelita.
"Tengo hambre", dijo ella al servicio de emergencia, y los oficiales llegaron a cocinar la cena.
Según contaron medios de Italia, la escena tuvo lugar en Coverciano, cerca de Florencia, en el departamento de una anciana que vive sola pues su hijo está en otra ciudad. Hace algunas noches, ella sufría un dolor en el brazo y no podía servirse de comer, así que decidió llamar al número de emergencias.
Sin pensarlo dos veces, el departamento de policía local pidió a Antonio y Giuseppe, dos de sus elementos, que acudieran al edificio donde vive la mujer para ayudarle a alimentarse y asistirla en lo que necesitara. De esta manera, al poco rato de haber pedido ayuda, la mujer vio a los dos hombres entrar por la puerta de su departamento.
Los policías relataron que al llegar, pasaron un buen rato tocando el timbre, pero que nadie atendió hasta que un vecino salió y luego de que ellos le explicaron lo que sucedía, los dejó pasar.
Posteriormente, la señora fue entrevistada y contó que nunca está sola, pues tienen una cuidadora, pero que ese día no puso acudir al trabajo y ella prefirió no pedirle ayuda a su hijo para no haberlo viajar desde otra ciudad.
Detalló que creyó que podría cuidarse sola, pero al final de la tarde estaba muy adolorida y no podía alimentarse.