Este fusil no puede ser utilizado por elementos de las Fuerzas Armadas porque estarían cometiendo un crimen de guerra
En los últimos años ha aparecido una "nueva" arma de alto poder dentro del arsenal de las organizaciones criminales: el Barret calibre .50. Con esta arma, se perpetró el atentado contra el secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, que le ha costado la vida a dos escoltas y una civil.
El funcionario público recibió tres disparos, se reporta bien de salud, pero ha sido ingresado a un hospital para ser sometido a una intervención quirúrgica.
Esta arma es fabricada por la empresa estadunidense Barrett Firearms Company, la cual califica al fusil como todo un "ícono estadounidense".
En su página de internet detalla que la Barrett calibre .50 es el inicio del legado de la compañía.
Este fusil es el primer rifle calibre 50 semiautomático con disparo en el hombro.
"Ha sido probado en combate en todos los entornos, desde las montañas cubiertas de nieve hasta los desiertos desolados y todo lo que se encuentra en el medio", menciona la empresa en su página de internet.
El arma cuenta con armazón que permite darle equilibrio, así como un cargador extraíble que tiene 10 cartuchos.
Además, incluye una mira telescópica con anillo y mirilla de acero.
Pese alrededor de 14 kilogramos y tiene una longitud de 1.44 metros. La bala que dispara mide 13.8 centímetros de largo y un diámetro de 1.27 centímetros.
El disparo del Barrett calibre .50 puede llegar a tener un alcance de hasta 1.5 kilómetros.
El costo de esta arma puede llegar, en Estados Unidos, a los 13 mil dólares.
El poder de disparo, debido a su alcance y tamaño de la munición, es tal que perfora blindajes de tanques de guerra y aviones militares e incluso derriba helicópteros.
La aparición de este tipo de fusiles en manos de narcotraficantes comenzó a partir del fallido operativo "Rápido y Furioso".
Dicho operativo ocurrió entre 2009 y 2010 cuando 2 mil 500 armas fueron vendidas de manera encubierta a miembros del crimen organizado.
Esto con el objetivo de seguirle la pista a las armas y dar con los delincuentes, sin embargo, en algún punto el rastro se perdió.