Las autoridades hacen un llamado a la población para no tirar estos artículos en la calle pues representan un riesgo para la salud
Redacción
En los últimos días se han visto cubrebocas y guantes tirados por las calles o afuera de supermercados, de personas que salen de sus compras, lo cual puede significar un riesgo de salud.
El titular de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios de (Coepris), hizo un llamado a la población a no tirar esos artículos de protección en la vía pública.
“Para evitar un riesgo sanitario por este tema hacemos un llamado a la población a no tirar cubre bocas y guantes en la vía pública”, dijo.
Recomendó además a los ciudadanos que al desechar esos artículos, los corten con tijeras, a fin de que no sea reutilizados por otras personas para revenderlos, ya que en otras partes de la entidad se ha informado de personas que sacan cubrebocas de la basura o los elaboran de manera insalubre para venderlos, lo que representa un grave riesgo sanitario.
El funcionario enfatizó que los cubrebocas se consideran residuos de riesgo infeccioso para la salud pública también en el ámbito doméstico cuando procede de hogares de personas aisladas en cuarentena por COVID-19, y esa basura no debe mezclarse con otro tipo de residuos o ser abandonadas en el ambiente.
Por otro lado declaró que los hospitales deben considerar los desechos de insumos de protección personal como cubrebocas, mascarillas N95, gorros, batas quirúrgicas y guantes como residuos peligrosos biológico-infecciosos (RPBI) al igual que la basura que resulta de los materiales desechables que se utilizan directamente en la atención del paciente con Covid-19, como gasas, hisopos, abate lenguas y guantes, y los particulares deben tener cuidado en el manejo de este tipo de basura en el ámbito doméstico.
Añadió que esos residuos deben depositarse en lugares especiales para que los recojan empresas expertas en su destrucción de acuerdo a los estándares sanitarios y en el caso de los particulares, las prendas de protección personal deben destruirse cortándolas con tijeras para evitar que sean reutilizadas y posteriormente depositarse en bolsas cerradas herméticamente para su disposición final en la basura.