La cuarentena atrajo a más ejemplares en cinco estados; pero también a los ladrones de huevos
Las playas vacías de Guerrero, Oaxaca, Colima, Veracruz y Michoacán han servido para impulsar la anidación de tortugas en el país, pues desde la contingencia por el COVID-19 se han visto más especies poniendo sus huevos en las costas, pese a no ser temporada alta para dicho proceso.
Sin embargo, el aumento de avistamientos también ha provocado un crecimiento en el robo de huevos, pues incluso los propios vecinos de los campamentos tortugarios han recurrido a esta práctica ante la falta de empleo; llegan a ser vendidos en mercados locales, redes sociales o incluso en las calles.
“La gente, al momento en que se queda en la casa busca formas de donde sacar dinero. Les queda cerca la playa y van ahí a robarse los huevos o incluso a las tortugas”, señaló el presidente de la cooperativa Vive el Mar en Playa Palmarito, Oaxaca, Hugo Ibáñez.
Por ello, en la mayoría de puntos de anidación se han reforzado las medidas para proteger a las tortugas, tales como rondines en las playas y guardias nocturnas.
“A nosotros nos toca ir a pie, no tenemos vehículos, pero hay que cuidar a las tortugas; esta semana protegimos 40 nidos. Por los turistas en la playa las tortugas ya no dejaban sus huevos, pero este año va a ser muy diferente”, destacó Leticia Villa del Campamento Tortuguero del Totonacapan, Veracruz.
De acuerdo con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) el año pasado se lograron proteger 497 nidos y se recuperaron 13 mil 800 huevos de tortuga en las playas del país, cifras que se esperan elevar este año ante el constante arribo de tortugas.
No obstante, no en todas las playas se tiene una esperanza de crecimiento, pues en el estado de Guerrero los cazadores están al acecho de las especies.
Aquí no va a haber más tortugas, las que llegan las matan y se las llevan. Aumentó mucho la caza y aunque se presenten las denuncias no se puede hacer nada, aquí lo que siguen llegando son los cazadores”, dijo un testigo cuyo nombre prefirió no revelar.
Estos avistamientos se suman a los ocurridos en playas de Brasil, donde nacieron 97 tortugas que habían sido declaradas en peligro de extinción, donde las especies se abrieron paso entre la arena libre de turistas para continuar su camino hacia el mar.