Los 11 millones de habitantes de Wuhan todavía se enfrentan a una serie de controles después de que terminaran las restricciones que evitaron que la mayoría saliera de la ciudad
Liberados de sus departamentos tras una cuarentena de dos meses y medio, los residentes de la ciudad en donde comenzó la pandemia del coronavirus cautelosamente volvieron a hacer compras y pasear por las calles. Pero dicen que todavía salen poco y dejan a sus hijos en casa mientras esperan que reabran las escuelas.
Los 11 millones de habitantes de Wuhan todavía se enfrentan a una serie de controles después de que terminaran las restricciones que evitaron que la mayoría saliera de la ciudad. Edificios de oficinas requieren que los visitantes muestren una aplicación de smartphone que monitorea su salud.
Las medidas graduales que toma Wuhan para reanimar los negocios y la vida diaria mientras todavía intentan prevenir que resurja el virus presagian la lucha que otras ciudades de Asia y el Occidente librarán una vez que se suavicen los controles para contener la enfermedad que ha paralizado los viajes en el mundo y devastado el comercio.
Sin embargo, la ciudad agradeció con un impresionante espectáculo de luces a todos los trabajadores de salud, militares y elementos de seguridad que lucharon hasta el cansancio por hacerle frente al COVID-19.
En un centro comercial peatonal de Wuhan, albañiles con mascarillas similares a las quirúrgicas retomaron el trabajo de remodelación de una tienda de artículos deportivos. Un hombre y una mujer bailaban en la acera mientras un amigo los grababa con un celular.
Guardias en edificios de oficinas revisaban la fiebre de los visitantes. Peatones y clientes en tiendas usaban mascarillas y se mantenían alejados entre ellos.Wuhan, el epicentro del nuevo coronavirus en China, dio por terminado el confinamiento obligatorio y con este espectáculo de luces agradeció a todos los que lucharon contra el COVID-19. pic.twitter.com/3sqcW2tAv1
— ajplusespanol (@ajplusespanol) April 12, 2020
Gran parte del acceso a Wuhan se suspendió el 23 de enero mientras China intensificaba los esfuerzos para combatir el virus que surgió en diciembre.
El gobernante Partido Comunista comenzó a aliviar los controles a principios de marzo para intentar reanimar la segunda economía más grande del mundo después de declarar la victoria sobre el virus cuando disminuían los números de nuevos casos reportados al día.
Reabrieron las fábricas de autos y otros comercios considerados esenciales para la economía nacional o que producían necesidades básicas.
El director de un hospital en Wuhan que atendió a pacientes de coronavirus advirtió que no se asumiera que el virus había desaparecido y dijo que las instalaciones especializadas para atender a pacientes deberían permanecer abiertas.
Las personas en Wuhan deben considerar usar mascarillas otros tres meses, dijo el doctor Zhang Junjian, extitular de uno de los tres hospitales temporales para atender coronavirus que se montaron en la ciudad, pero agregó que no era una decisión oficial.
El gobierno ha prometido exenciones fiscales, préstamos con intereses bajos y otros apoyos para que los empresarios se recuperen. Sin embargo, no está claro cómo muchos se desarrollarán bajo la presión de pagar renta, sueldos y otros costos durante dos meses sin ingresos y con semanas más por delante con pocas ventas.