“No quieren que uno salga a trabajar, pero yo no tengo pensión. Y cómo voy a hacer yo, si no salgo a vender no como”, responde Ana María Reymundo, de 88 años y quien vende en el Centro Histórico, al preguntarle si sabía de las medidas que ordenó el presidente de la República, Nayib Bukele, por el coronavirus.
El presidente en su discurso del domingo por la noche ordenó a las empresas que manden a sus residencias a las personas de la tercera edad y a mujeres que estén en estado de embarazo como medida de protección por el Covid-19. “Tienen que ir a sus casas y quedarse ahí, solo pueden salir para cosas estrictamente necesarias”, dijo Bukele.
Ana María asegura que escuchó el discurso y aunque quisiera cumplir la medida, comenta que no tiene ninguna ayuda por lo que este lunes (ayer), como todos los días, viajó desde San Pedro Perulapán, departamento de Cuscatlán, hacia el Centro Histórico de San Salvador, para vender cestas de plástico.
La realidad de las personas de la tercera edad que no tienen empleo formal, ni ayuda de ningún tipo es esta. O como señala Miguel Ángel Ramírez, de 68 años de edad y quien se dedica a la fotografía: “rebuscarse por los frijolitos”.