La contaminación con materia fecal de 57% de afluentes en México cobra, cada año, la vida de miles de niños. Además, crece registro de ríos abandonados con índices de polución.
Aproximadamente 95 mil niños menores de cinco años de edad mueren al año por consumir agua contaminada en México, de acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), por lo que se considera uno de los principales focos de infección, ya que es un líquido vital.
Uno de los casos registrados por la UNAM fue el de la zona agrícola industrial de San Martín Texmelucan, Puebla, donde a principios de los años 90 se instalaron industrias textiles que, al expulsar sus descargas industriales, afectaron al cuerpo de agua municipal y a la población aledaña.
A partir de entonces, los niños, en general, los menores de 18 años, empezaron a enfermar de anemia, leucemia e insuficiencia renal, padecimientos que no se observaban antes de la llegada de las industrias y tras diversas muestras de sangre de los pobladores se detectó que había pérdida meterial genético que generaba mutaciones que pueden a llegar a provocar cáncer.
Se podría pensar que, si el problema está en el agua, entonces con alejarnos del río evitamos la exposición; sin embargo, este último es un organismo vivo en comunicación con todo lo que le rodea”, explicó Regina Moreno, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM.
De acuerdo con un estudio de Ethos, en la actualidad tres de cada cinco cuerpos de agua superficial están en condiciones similares, al estar contaminadas, lo que contribuye al deterioro de la salud de los mexicanos.
“Las normas de aguas residuales se consideran antiguas, no modernas, porque no están alineadas con los parámetros que a nivel internacional se consideran contaminantes, ya que entre quienes hacen las normas, hay una gran parte del sector privado y ellos mismo evitan que los estándares suban porque implica costos extras y que no puedan cumplir”, detalló el especialista, Rodrigo bolaños, uno de los responsables de la investigación.
No obstante, esa no es la única contaminación que se registra en México, pues de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), 57.1 por ciento de los tres mil 774 sitios que constituyen la red de agua superficial presentan residuos de coliformes fecales; sin embargo, sólo 47.3 por ciento, mil 784, se consideran afluentes contaminados o fuertemente contaminados. Cuestión que puede llegar a causar enfermedades por la presencia de bacterias que pueden provocar vómito o diarrea, y en casos graves pueden generar polio y hepatitis.
La zona del Golfo del Centro es la que presenta un mayor riesgo para la población, al tener 69.3 por ciento de sus cuencas contaminadas, 36.8 por ciento de ellas con niveles graves; seguido de la región de Balsas con 67 por ciento de sus afluentes en dicha condición y el Río Lema con 61 por ciento.
Por ello, el especialista de Ethos señaló que la gestión en el agua requiere de una solución inmediata; sin embargo, destacó que no es algo que se pueda resolver tan fácilmente.