El sentenciado quemó una bandera de arcoíris que colgaba en la fachada de una iglesia.
Lo que fue considerado un crimen de odio por activistas, fue castigado con firmeza en Iowa, Estados Unidos. De acuerdo con la información de medios locales, un hombre identificado como Adolfo Martínez fue sentenciado a 15 años de prisión luego de que quemó una bandera de LGBTI.
La bandera multicolor que históricamente se relaciona y representa la lucha por los derechos de la diversidad sexual, estaba colgado en la fachada de la iglesia Ames United Church of Christ. Sin embargo, Adolfo Martínez consideró que la religión “no debe apoyar a los homosexuales” y por ello incendió el estandarte.
Al dar declaraciones ante la policía, el culpable aceptó sus actos y dijo que todo lo que hizo fue consciente, intencional y voluntariamente; argumentó que “fue un honor y una bendición hacerlo y poder defender el mundo del señor de las cosas malas”.
El hombre de 30 años fue declarado culpable de incendio premeditado en tercer grado en violación de los derechos individuales, acoso en tercer grado y uso imprudente de fuego o explosivos, según consta en los expedientes retomados por medios de comunicación.
Sobre la alta sentencia que Martínez recibió, Jessica Reynolds, fiscal del condado de Story, explicó que, durante el juicio, el sujeto en cuestión fue señalado como delincuente habitual y que tiene una larga historia en cuanto a acusaciones de acoso en contra de diversas poblaciones.
“Creo que es muy peligroso; por eso mi oficina recomendó la sentencia máxima”
Sobre el caso, varios activistas opinaron y aplaudieron que las autoridades de justicia actuaran para castigar el acto de Martínez ocurrido en junio pasado; Courtney Reyes, directora ejecutiva de One Iowa, una organización LGBTI, expresó que los crímenes de odio infligen daños emocionales en las víctimas.
Los crímenes de odio deben castigarse
Sobre el caso, varios activistas opinaron y aplaudieron que las autoridades de justicia actuaran para castigar el acto de Martínez ocurrido en junio pasado; Courtney Reyes, directora ejecutiva de One Iowa, una organización LGBTI, expresó que los crímenes de odio infligen daños emocionales en las víctimas.
“Los crímenes de odio contra la comunidad LGBTQ son un problema grave, ya que infligen daños emocionales distintos a sus víctimas y generan temor en las comunidades a las que se dirigen”