La tensión que se vive en Asia por el conflicto político-militar entre Estados Unidos e Irán afectaría al futbol, concretamente a la Copa del Mundo 2022, misma que está presupuestada para jugarse en Catar a finales de dicho año.
Como señala el catedrático Javier Tejado Dondé, desde que, en medio de acusaciones de corrupción, el citado país fue escogido en 2014 para albergar la próxima edición del Mundial han existido una serie de intentonas para cambiar la sede, pues es claro que la política interna catarí no corresponde con los lineamientos de FIFA, que se basan en una visión más occidental.
Asimismo, hace un par de años Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Bahréin y Egipto señalaron a Catar por, supuestamente, financiar grupos terroristas como el Estado Islámico (ISIS), Al-Qaeda, Fateh al-Sham (anteriormente conocido como el Frente Nusra) y Hezbollah.
Tal situación derivó en un bloqueo naval de Arabia en contra de Catar, mismo que todavía persiste y el cual ha provocado que los turistas tengan problemas para entrar a la hasta ahora sede mundialista.
Por si fuera poco, una huelga de trabajadores retrasó las obras echadas a andar para la justa; no obstante, el Comité Organizador prometió que todo quedaría terminado en tiempo y forma.
El plan B de la FIFA
De modo que las recientes hostilidades entre Catar y la Unión Americana, que incluyen bombardeos y hasta amenazas de desatar una guerra de proporciones mundiales, tienen bastante nervioso al máximo organismo futbolístico del planeta, y a todos, a decir verdad.
Por ende, la FIFA volvería a reactivar el plan de que México, Estados Unidos y Canadá, países sede del Mundial 2026, entren al quite cuatro años antes y organicen la edición 2022. Y es que, como lo ha dicho el propio Robert Kraft, principal organizador del certamen, Norteamérica está lista para llevar a cabo el torneo hoy mismo.
Recordemos que nuestro país y Canadá sólo albergarán 10 partidos respectivamente, de modo que no se necesita una cuantiosa inversión para que la modificación se efectúe, pues los estadios Azteca, Akron y BBVA, que fueron elegidos para abrazar los encuentros, se encuentran en perfecto estado.
Sin lugar a dudas, no sólo la afición del norte del continente americano agradecería el cambio de sede, toda vez que también las cadenas televisivas del mundo verían con buenos ojos esto, ya que sus transmisiones contarían con un mejor horario.
Finalmente, vale decir que una pista de todo esto podría haber sido la decisión de la Selección de Estados Unidos de posponer la gira que haría en enero por Doha, Catar, después de que se suscitara el ataque aéreo donde murió el general iraní Qasem Soleimani.