La tensión que se vive en Asia por el conflicto político-militar entre Estados Unidos e Irán afectaría al futbol, concretamente a la Copa del Mundo 2022, misma que está presupuestada para jugarse en Catar a finales de dicho año.
Como señala el catedrático Javier Tejado Dondé, desde que, en medio de acusaciones de corrupción, el citado país fue escogido en 2014 para albergar la próxima edición del Mundial han existido una serie de intentonas para cambiar la sede, pues es claro que la política interna catarí no corresponde con los lineamientos de FIFA, que se basan en una visión más occidental.
Asimismo, hace un par de años Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Bahréin y Egipto señalaron a Catar por, supuestamente, financiar grupos terroristas como el Estado Islámico (ISIS), Al-Qaeda, Fateh al-Sham (anteriormente conocido como el Frente Nusra) y Hezbollah.