Con el objetivo de prevenir intoxicaciones por monóxido de carbono en esta temporada invernal, la Secretaría de Salud (SESA) recomienda a la población a no utilizar braseros o estufas para calentar el hogar, ya que pueden provocar considerables secuelas neurológicas e incrementar el riesgo de intoxicación.
Ernesto García Lara, responsable Estatal de Enfermedades Respiratorias e Influenza, destacó la importancia de que las familias tlaxcaltecas conozcan los signos y síntomas de la intoxicación por monóxido de carbono como: dolor de cabeza, debilidad, mareos, náuseas, vómitos, falta de aire, desorientación, visión borrosa y pérdida del conocimiento; además de irritación de mucosas y confusión mental.
García Lara explicó que ante la presencia de estos síntomas se recomienda abrir puertas y ventanas del hogar, salir del lugar, respirar al aire libre, retirar a las personas que se encuentren en la zona y llamar al número de emergencias 911 o acudir a la unidad de salud más cercana a su domicilio para recibir atención.
El funcionario estatal detalló que el monóxido de carbono es un gas sin olor, ni color, que puede causar súbitamente enfermedades y ocasionar la muerte, se genera en el proceso de combustión y es expulsado por automóviles y camiones, candelabros, estufas y fogones de gas.
Por lo anterior, la Secretaría de Salud recomienda evitar el uso de braseros y hornos en espacios cerrados, así como a verificar que calefactores, calderas, parrillas de carbón, calentadores de agua, generadores portátiles y motores que usan combustible tengan la ventilación necesaria para evitar casos de intoxicación por monóxido de carbono.