Un abuelito transformó su mototaxi en un trineo para sorprender a los niños del barrio de Juchitán, Oaxaca.
El mejor mototaxi del mundo. Qué Uber ni qué nada, el transporte de Don Jerónimo Flores, un hombre de 75 años residente de Juchitán, Oaxaca, transformó su mototaxi en un trineo con los ahorros que le quedaban sólo para hacer felices a los niños de su barrio.
Y ya con eso se ganó el cielo. Ahora, gracias a su esfuerzo y dedicación (aunque ya no debería estar trabajando pero su caso lo están vendiendo como "superación personal"), el hombre se hizo viral y medio Juchitán quiere viajar en su mototaxi de Santa Claus, incluidos nosotros.
Transforma su mototaxi en trineo
Según platicó más tarde, para lograr lo que ahora es toda una fantasía por las calles usó sus ahorros de 2 años (12 mil pesos) y todas sus tardes desde hace dos meses para contagiar de la alegría de la Navidad a los niños y a todo aquél que lo aborde. Un objetivo cumplido de acuerdo con sus familiares, quienes le ayudaron en la construcción del vehículo.
"Junté mi dinero, mis hijos me ayudaron y logré construir un trineo y darme este gusto, esta alegría de ver a los niños felices"
El trineo cuenta con dos compartimentos en los que caben hasta cuatro personas (o más si se hacen chiquitos) que pueden viajar cómodos gracias al respaldo de peluche. Eso sin contar que también lucirán increíblemente bien con las luces de colores que alumbran toda la avenida.
Su color es el tradicional rojo, tiene adornos navideños dentro como un Santa Claus, un nacimiento y hasta un pequeño árbol de Navidad dentro. Lo mejor de todo es que Don Jerónimo Flores pasea completamente gratis a los niños de Juchitán.
Pasea completamente gratis a los niños
Su color es el tradicional rojo, tiene adornos navideños dentro como un Santa Claus, un nacimiento y hasta un pequeño árbol de Navidad dentro. Lo mejor de todo es que Don Jerónimo Flores pasea completamente gratis a los niños de Juchitán.
El caso recordó al de Cyril Aggett, un abuelito que sale a comer todos los días a una escuela de Plymouth, Inglaterra, para no estar solo desde que falleció su esposa a consecuencia del cáncer, y luego de que los alumnos lo buscaran, pues les pareció extraño dejar de verlo.