Asegura su encargado que pese a que apenas recaban información, no hay elementos para declarar emergencia sanitaria
Alfredo González
Luego de que hace unos días liderazgos campesinos acusaron que alcaldesa de Texoloc, Maribel Cervantes Hernández, había entregaron decenas de cabezas de ganado enfermo y viejo como apoyo social, el encargado de la Sader, Carlos Miramontes Pérez, reconoció que la delegación en Tlaxcala carece de información al respecto.
El funcionario federal señaló que ahora tras las quejas de los campesinos por los animales recibidos, apenas están conjuntando información de proveedores y revisando desde que iniciaron, pero excusó que hubo comunicados tanto de autoridades estatales como federales a los municipios para que la entrega del ganado se hiciera con apego a los lineamientos y así también se establece en las reglas de operación del Fondo de Fortalecimiento, con lo que dejó entrever que ni diputados ni presidentes municipales lo cumplieron.
Asimismo, expuso que no tiene los resultados de las muestras tomadas a los animales sobre sus males, por lo que no tienen elementos para considerar una crisis sanitaria en el estado.
A pregunta expresa sobre la activación de los protocolos, dijo que se hizo lo propio y hasta el momento se tiene notificación de 4 a 6 casos de animales enfermos.
Tras s la declaraciones expuestas se dejó avistar que la Sader habria sido rebasada por la entrega de animales cuya procedencia se desconoce, ya que quien otorga está obligado a cumplir con las normas.
La semana pasada, el representante de la CODUC, Alejandro Martínez, denunció que dese la semana pasada se reportó la entrega de borregos y cerdos enfermos ya de desecho, por lo que ante la gravedad de su estado se han muerto, pero han contaminado el ganado que los campesinos ya tenían en los corrales.
Se informó que en estos momentos existen 200 focos de infección en este municipio; número de familias que recibieron dos borregos o dos cerdos, lo cual representa un problema grave de salud para el municipio y la producción del ganado, ya que los animales muertos son arrojados a las barrancas.