Aunque hay gente que por nada del mundo abandonaría a un animal y mucho menos a uno indefenso, enfermo o con algún problema de motricidad, aún hay personas crueles que no se tocan el corazón para llevar a cabo un acto tan ruin como el que vivió Lunita, una perrita con las patas traseras paralizadas.
Con su silla de ruedas rota, una especie de sudadera y una bolsa de pañales, la perrita fue abandonada a las afueras de un comercio en Salta, Argentina. No se sabe cuánto tiempo estuvo atada con una cadena a la reja del lugar antes de que un transeúnte se detuviera para ayudarla.
De inmediato, el hombre alertó sobre la situación a LUBA Salta, una organización local de rescate animal. Un tiempo después representantes del grupo acudieron a auxiliarla y la trasladaron de manera urgente a un consultorio veterinario, pues su estado de salud lucía demasiado deteriorada.
El nuevo hogar para Lunita
Una vez que la perrita se recuperó y obtuvo una nueva silla que le permitió moverse independientemente, la tarea era encontrarle un nuevo hogar; pronto las solicitudes comenzaron a llegar y Lunita fue adoptada por una familia en Estados Unidos. Todo parecía estarse arreglando, pero desafortunadamente no fue así.
Al poco tiempo, los rescatistas que daban seguimiento al caso consideraron que la familia adoptiva no la cuidaba suficientemente bien y que por su condición tendría que ir a otro hogar, la retiraron de ahí para buscarle nuevo hogar. Una nueva familia en el mismo país fue encontrada y… era la indicada.
La perrita rápidamente se adaptó a su familia humana y su hermano perro; su vida era tan plena que el 15 de junio de 2018, Lunita celebró su cumpleaños número 11 en compañía de todos sus seres queridos. Tistemente, un mes después enfermó y debido a su avanzada edad, murió pese a los esfuerzos médicos.
Aunque seguramente le hubiera gustado disfrutar más de su nueva vida, es un hecho que esta perrita terminó feliz tras una vida de dificultades.