Kevin, un niño de tan solo 8 años de edad, presuntamente se suicidó después de que le quitaran el teléfono celular con la condición de que conviviera con su familia.
El menor explotó y dijo que no quería platicar con ellos, minutos después fue encontrado sin vida en su habitación el día martes, aunque en otra versión se menciona que fue la madre quien le retiró el teléfono por haberse portado mal, de acuerdo con una carpeta de investigación que inició la Procuraduría General de Justicia.
Las autoridades fueron alertadas por la muerte del pequeño Kevin en un domicilio ubicado en la calle Nopal de la colonia Atlampa, perteneciente a la Alcaldía de Cuauhtémoc.
El abuelo dijo que la madre del niño le quito el teléfono móvil, motivo por el que hizo “berrinche” y se encerró en su habitación.
Momentos después escucharon varios ruidos y que aventaba y rompía diversos objetos en su habitación, pero nadie hizo mayor caso.
Fue su hermana quien cerca de las 20:00 horas, entro a la habitación y lo encontró tendido en el piso, por lo que fue llevado inmediatamente al Hospital La Raza con una lesión circular en el cuello y sin signos vitales, lamentablemente Kevin ya había perdido la vida.
Supuestamente, Kevin se asfixió con las agujetas de uno de sus tenis, la cual se enroscó en el cuello y amarró a su cama, ejerció tanta presión que en cuestión de dos minutos acabó con su vida, de acuerdo con los resultados del primer peritaje realizado por la Policía de Investigación.
En la entrevista con el personal de investigación, detallaron que el menor nunca mostró signos de depresión, ni arranques de ira, por lo que nunca pensaron que la reprimenda de quitarle el celular llegaría a esto.