Con el objetivo de reducir los niveles de contaminantes de los desechos sólidos de las mascotas, Orlando Iglesias, ingeniero ecólogo de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), creó un producto que convierte las heces caninas en abono.
Desde hace nueve años trabaja en este proyecto, llamado Sanican, en el cual, por medio de enzimas aplicadas, las heces se estabilizan y al paso de algunas semanas no sólo se elimina el mal olor, sino que se puede emplear como abono, principalmente recomendado para las plantas de ornato. El producto se produce en Puebla y se comercializa en todo el país.
Tanto el creador como su equipo, explicaron que los residuos de los animales se acumulan en bolsas en las que se reproducen bacterias y parásitos que van a dar a los tiraderos de basura, con lo cual se contamina el medio ambiente y es un riesgo para la salud de las personas.
“Se van sumando bolsas, entonces el problema es grave, y ya lo estamos viendo; antes quizás no era tan evidente, pero ahora ya no se puede ocultar; entonces, por un lado lo que nosotros proponemos es dejar de usar las bolsas para manejo de heces, y por el otro reintegrarlas al suelo de una forma positiva”, explicó Orlando Iglesias.
Su método radica en replicar las prácticas que ya se hacen para el manejo de baños secos, en donde la gente no tiene acceso al agua y al sistema de drenaje.
Por medio de enzimas aplicadas, ya sea en un espacio con tierra en un jardín o en un contenedor cerrado para espacios cerrados, como departamentos, las heces de los perros se estabilizan y al paso de algunas semanas se elimina el mal olor y se pueden emplear como abono para plantas de ornato.
Si el proceso se realiza en un jardín, deben usarse dos contenedores a los que se les recorta el fondo y se entierran para ir acumulando las heces con el material diluido en agua, hasta alcanzar la profundidad total para poder utilizar el abono. Para contenedores cerrados, el material se utiliza en seco hasta alcanzar el volumen total del contenedor, y posteriormente se traslada a un espacio con tierra. El precio del producto no es elevado, si se considera que el bote más económico (Sanican chico) de 280 pesos puede generar abono con los residuos de un perro equivalentes a seis meses.
“Lo que sí ha resultado un poco complejo es convencer a los usuarios de los resultados, pese a la incomodidad del manejo de heces”.