Billete con la figura de Sor Juana cambiará de imagen, reforzará sus elementos de seguridad y será más durable
Un nuevo billete de 200 pesos comenzará a circular a partir del mes de septiembre, anunció el Banco de México (Banxico).
El director general de Emisión del Banxico, Alejandro Alegre, explicó en entrevista que existen tres razones básicas por las cuales los billetes son reemplazados.
La primera consiste en reforzar los elementos de seguridad para evitar su falsificación.
La segunda es la durabilidad, pues se fabrican con mejores materiales para asegurar que circulen por más tiempo.
La tercera es para facilitar a las personas invidentes y equipos tecnológicos el reconocimiento de los billetes.
El billete de color verde, que muestra el rostro de la poeta Sor Juana Inés de la Cruz, será reemplazada por uno nuevo con los rostros de José María Morelos y Miguel Hidalgo.
Ambos héroes nacionales estará en la parte frontal, mientras que en el reverso ostentarán imágenes de la reserva de la biósfera El Pinacate y El Gran Desierto de Altar.
Cabe decir que, por mandato nacional, el Banxico se encarga de proveer billetes y monedas a la economía nacional.
En este sentido, fue su Junta de Gobierno la encargada de tomar la decisión de poner en circulación el nuevo billete de 200 pesos.
Desde agosto de 2018, el Banxico anunció una nueva generación de billetes que comenzarían a circular de forma gradual en el país.
El primer billete en ser reemplazado fue el de 500, cuya nueva imagen con el rostro de Benito Juárez y el color azul recuerdan a los billetes de 20 pesos.
Más monedas, más billetes
En cuanto a estos últimos, los billetes de menor denominación, el director detalló que Banxico sí planea dejarlo fuera de circulación para reemplazarlo por una moneda.
Explicó que su fabricación cuesta menos que la impresión de un billete, pero dura 40 meses en circulación, en contraste con los 30 años que puede alcanzar a ser usada una moneda.
Sin embargo, debido a que se trata del billete de mayor circulación, la decisión tendrá que someterse a un minucioso análisis de costo-beneficio.