A través de redes, circula video donde se hacen notar los fallos para usuarios y chóferes que utilizan el servicio.
Alfredo González
Un video que circula en redes sociales, evidencia una supuesta inconformidad de choferes en contra de los fundadores de la plataforma digital de transporte privado de personas, PRONTO, por las fallas que ha presentado la aplicación y la desatención por parte de los empresarios encabezados, entre otros, por Lydia Cano.
Utilizando al personaje conocido como “Anonymous”, la presunta queja hace mención que el software utilizado por la plataforma es “pirata” y por ello es la fecha que los choferes han experimentado anomalías que les han impedido cubrir viajes, lo cual ha afectado sus ingresos y la situación no ha podido ser resuelta por la compañía.
Pese a ello, los prestadores del servicio deben seguir cubriendo la cuota acordada que le representaría ganancias a PRONTO de hasta tres millones de pesos al mes por 800 operadores dados de alta.
Aunque la semana pasada ya acudieron a las oficinas de la empresa, solo se les dijo que los emprendedores están “invirtiendo mucho dinero” para actualizar su aplicación y que la inestabilidad digital se extendería hasta por 20 días más.
En tanto, entre las fallas que usuarios han expresado se encuentran que no se reconocen contraseñas, servicios no confirmados o cancelados al momento, el conductor no tiene registro de cancelación, por señalar algunas.
Volviendo al video, los conductores señalan ser la base de PRONTO por ser la cara visible del buen servicio, de tal forma que asumiéndose como socios están en u derecho de exigir mejores condiciones de trabajo a los fundadores, a quienes además acusan de dejarlos solos cuando estos en su momento pidieron su ayuda y de la sociedad para recabar firmas y mantenerse en el mercado, a pesar de la resistencia de transportistas convencionales y del Gobierno del Estado.
Por lo demás, manifestaron su preocupación por el hecho de que PRONTO utilice software pirata, ya que de ingresar otras empresas del mismo giro a Tlaxcala, la competencia podría superarlos, sin dejar de contar con que el propio mercado se reduciría.