La dependencia descartó la presencia de casos de dengue, zika o chikungunya en la entidad.
La Secretaría de Salud (SESA) refuerza las acciones de la campaña “Lava, Tapa y Voltea” en municipios y espacios públicos de la entidad, con la finalidad de impulsar acciones de saneamiento y control que prevengan la proliferación de criaderos de mosquitos que trasmiten enfermedades como dengue, zika y chikungunya.
Ante la temporada de lluvias que incrementan la aparición de estos insectos, la dependencia recomienda a la población lavar floreros, voltear cubetas y envases que no se estén utilizando, tapar recipientes y eliminar de los patios y azoteas artículos que almacenen agua de lluvia.
Alberto Jonguitud Falcón, Secretario de Salud, descartó que en el estado se hayan presentado casos de dengue, zika o chikungunya, no obstante, hizo un llamado a la población para llevar a cabo acciones de saneamiento en sus hogares a fin de evitar la presencia de criaderos de mosquitos.
“En Tlaxcala no existen problemas de enfermedades transmitidas por vector, sin embargo, la SESA mantiene vigilancia epidemiológica para detectar a personas que hayan viajado a zonas donde sí existen estas larvas y manifiestan la sintomatología que suele presentar malestar general, fiebre, irritación de la conjuntiva, dolores musculares, postración franca y complicaciones mayores”, señaló.
El Secretario de Salud abundó que se realizan acciones de saneamiento básico para que las personas mantengan sus patios y azoteas limpias, con la finalidad de contener la presencia de estos padecimientos; además, desde abril se llevó a cabo la Primera Jornada Nacional de Lucha contra el Dengue y otros vectores.
Cabe señalar, que el dengue es una enfermedad transmitida por mosquitos que se presenta en zonas tropicales y subtropicales. En Tlaxcala no se registran casos autóctonos de esta enfermedad, tampoco zika ni chikungunya.
El dengue ocasiona fiebre alta, erupción cutánea, dolor muscular y articular; en sus formas graves presenta fiebre hemorrágica, sangrado intenso y descenso repentino de la presión arterial; los síntomas se presentan durante los cuatro o siete días posteriores a la picadura de un mosquito infectado.
Ante la presencia de cualquiera de estos síntomas es necesario acudir a la unidad de salud más cercana a su domicilio para recibir atención oportuna e informar a las autoridades de salud si han visitado recientemente regiones con casos conocidos de dengue.