Para el estudio sociológico -hecho en Estados Unidos- los investigadores analizaron datos del Estudio de Panel de Dinámica de Ingresos e identificaron a 3,033 parejas heterosexuales. Después pusieron a los hombres en tres categorías: bajos (menos de 1.70 metros), promedio (1.70 a 1.85) y altos (por encima de 1.85).
¿El resultado? “Una de las mayores contribuciones de este estudio es demostrar que los hombres chaparros tienden a tener los matrimonios más estables que los hombres medios y altos. Esta es probablemente una función del proceso del matrimonio, y también encontramos que los hombres bajitos se casan menos”, escribieron los autores del estudio.
Si bien los investigadores no fueron capaces de identificar una causa definida de esta tendencia, que postula que los hombres bajos pueden tener más dificultades para atraer a las mujeres, y que una vez que se casan, podrían hacer más esfuerzos para mantener el matrimonio.
Sin embargo, esta teoría se apoya en otro descubrimiento: los hombres chaparritos tienden a hacer más tareas domésticas (8 horas y 28 minutos por semana) que los hombres medios (7 horas 38 minutos) y los hombres altos (7 horas y 30 minutos). Los hombres bajitos también tendían a ser mayores, más educados y con más éxito que sus mujeres.
Las conclusiones del estudio son todavía preliminares, y lo que los investigadores han descubierto es una correlación sin causalidad definitiva. Sin embargo, han identificado una tendencia interesante en el que los hombres bajos parecen contribuir más a un matrimonio.